Mientras los defensores de Bitcoin llaman a la calma y recuerdan que la volatilidad “es parte del ADN” del activo, los medios especializados ofrecen una lectura más matizada sobre las causas y los riesgos que se abren hacia adelante.

Medios como Euronews señalan que la caída no responde exclusivamente a malas noticias internas, sino al giro global hacia activos más seguros. Con la perspectiva de que la Reserva Federal mantenga tasas elevadas por más tiempo y los rendimientos de los bonos del Tesoro suban, los inversores institucionales están reduciendo exposición a activos volátiles.
Ese movimiento sincronizado golpea especialmente a los criptoactivos, que dependen en gran medida de la liquidez global. Tom’s Hardware advierte que el rally de los últimos meses descansaba sobre niveles de apalancamiento muy altos y que un cambio de humor, por mínimo que fuera, podía disparar ventas masivas.
The Economic Times y Investment News coinciden en que el quiebre de soportes clave —primero los US$92.000 y luego los US$88.000— detonó una cascada de liquidaciones automáticas de posiciones apalancadas. Cuando esos movimientos se encadenan, la presión vendedora se multiplica y amplifica la caída en cuestión de minutos.
A esto se suma un fenómeno recurrente: la “liquidez frágil” del mercado cripto, donde en jornadas de tensión el volumen real disponible para absorber órdenes grandes es limitado, provocando movimientos bruscos incluso sin grandes noticias detrás.

Medios como The Economist plantean una lectura más incómoda: el precio de Bitcoin estaba demasiado lejos de sus fundamentos. Tras tocar máximos de US$126.000 en octubre, el activo se había convertido en un imán para el trading especulativo más que para los flujos de largo plazo.
Incluso voceros que históricamente defendieron el carácter “anticíclico” de Bitcoin admiten que la narrativa de cobertura contra inflación volvió a debilitarse. Estudios recientes —relevados por arXiv— muestran que Bitcoin no se comporta consistentemente como un hedge en períodos prolongados.
Aun así, sectores del ecosistema siguen plantados en la visión de largo plazo. Investopedia rescata la postura de Michael Saylor (MicroStrategy), quien afirma que su empresa está preparada para soportar caídas de hasta 90% y que “la tesis a diez años no cambia”.

Perspectivas: ¿rebote técnico o más turbulencias?
Escenario bajista
• Reuters estima que las probabilidades de que Bitcoin cierre el año por debajo de US$90.000 rozan el 50%.
• Si el precio perfora niveles de US$85.000–US$80.000, analistas consultados por Business Insider advierten que podría abrirse un nuevo tramo de corrección profunda.
• La volatilidad se mantendría alta mientras no haya señales de relajación monetaria en Estados Unidos.
Escenario de estabilización
• Algunos traders ven espacio para un rebote técnico una vez que se complete el proceso de liquidaciones forzadas.
• La demanda minorista sigue firme —aunque no agresiva— y puede ofrecer algo de contención.
• No hay eventos regulatorios negativos inmediatos, lo cual reduce el riesgo de un shock adicional.
Qué implica para Argentina y la región
Para mercados emergentes donde las criptomonedas funcionan como resguardo alternativo, la caída deja varias lecciones:
• Bitcoin sigue siendo altamente sensible a las condiciones financieras globales.
• No funciona como un reemplazo estable del dinero fiduciario.
• Los marcos regulatorios en discusión en la región deberán contemplar este nivel de volatilidad estructural si avanzan con planes de tokenización o integración financiera cripto.