AGRO

Publicado 28/10/2025

Tecnología al servicio de la carne: cómo Cargill apuesta por “sacar más de cada res”

En un contexto de escasez de ganado en EE.UU., Cargill invierte casi 90 millones de dólares para optimizar su planta de procesamiento de carne en Fort Morgan, Colorado. La clave: tecnología de visión artificial para mejorar rendimientos, reducir desperdicio y obtener “más carne por cada animal”.
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En un contexto de escasez de ganado en EE.UU., Cargill invierte casi 90 millones de dólares para optimizar su planta de procesamiento de carne en Fort Morgan, Colorado. La clave: tecnología de visión artificial para mejorar rendimientos, reducir desperdicio y obtener “más carne por cada animal”.

La crisis de oferta de ganado en Estados Unidos abre un nuevo capítulo para la tecnología aplicada al procesamiento de alimentos. Cargill anunció una inversión de US$ 90 millones en su planta de carne de res ubicada en Fort Morgan (Colorado), dentro de su iniciativa “Factory of the Future”. 

 

 

El objetivo no es pequeño: mejorar la eficiencia operativa, aumentar el rendimiento (yield) de carne roja por cada animal y hacer la planta un espacio más seguro e inteligente. Entre las mejoras tecnológicas figura el sistema patentado de visión por computadora llamado CarVe, que mide en tiempo real el rendimiento de carne roja en los cortes y permite tomar decisiones “al momento” en la línea de producción. 

 

Como explica Jarrod Gillig, vicepresidente senior del negocio de carne en Norteamérica de Cargill:

 

“Ahora estamos tomando decisiones en el momento y salvando producto que de otro modo se habría perdido. Al aplicar tecnología inteligente al problema, estamos obteniendo más carne de cada animal, reduciendo desperdicio y haciendo la producción de proteína más eficiente y sostenible de punta a punta.” 

 

¿Qué tan importante es esta mejora? Según la compañía, incluso un aumento de 1 % en el rendimiento puede traducirse en cientos de millones de libras de carne adicionales al sistema alimentario de EE.UU. 

 

 

¿Qué tecnologías específicas incluye este arranque?

 

  • Visión artificial / “computer vision”: el sistema CarVe analiza los cortes de carne en tiempo real. Los datos permiten retroalimentar al equipo de producción, ajustar la técnica de corte y reducir la pérdida de carne en el proceso. 

  • Automatización de planta: dentro del programa “Factory of the Future”, Cargill menciona que la planta será adaptada con tecnologías de automatización que apuntan a más seguridad para los trabajadores, mayor eficiencia y menores costos operativos. 

  • Digitalización del rendimiento de carne: antes, los datos de rendimiento llegaban “al día siguiente”; ahora se dispone del dato en tiempo real para reaccionar sobre la marcha. 

 

 

¿Por qué ahora? ¿Cuál es el contexto?

 

El momento no es azaroso: el suministro de ganado vacuno en EE.UU. se encuentra “en su nivel más bajo en años”, lo que pone presión en la industria de la carne para producir más con menos. Cargill lo reconoce expresamente en su comunicado. 

Por lo tanto, mejorar el rendimiento por animal se vuelve una palanca clave para sostener la oferta, en lugar de depender solo de aumentar la cantidad de animales —algo que en el corto plazo aparece limitado.

 

 

Relevancia para la innovación y para países como Argentina

 

Para los entornos de innovación, tecnología y producción —como el que seguís para InteligenciaArgentina.ar— esta noticia tiene varios ángulos de interés:

 

  • Transferencia tecnológica: tecnologías como CarVe podrían adaptarse o inspirar desarrollos para la industria cárnica en Argentina o en América Latina, donde la industria de carne ya es relevante y enfrenta sus propios desafíos.

  • Eficiencia + sostenibilidad: obtener más carne por animal implica menor impacto en materias primas, menos desperdicio, lo que enlaza con agendas de sostenibilidad.

  • Cadena global de valor: la producción de carne no es solo ganadería, es procesamiento, tecnología, datos, mano de obra especializada; esto abre nuevos nichos de innovación para empresas tecnológicas, start-ups de visión artificial, automatización industrial.

  • Estrategia ante escasez: la lógica es instructiva: cuando la materia prima (en este caso ganado) está limitada, la respuesta tecnológica es “extraer más valor del mismo recurso” en lugar de solo ampliar escala indefinidamente.

 

La inversión de Cargill en Fort Morgan marca un salto: no hablamos solo de más planta, sino de planta más inteligente. En tiempos de restricción de suministro, el apro­vechamiento tecnológico del animal se convierte en ventaja competitiva. La industria debe verlo como caso testigo de cómo la tecnología puede redefinir lo productivo, incluso en sectores tan tradicionales como la carne de res.

Para Argentina —una Nación con enorme industria ganadera, y a su vez con emergente ecosistema de tecnología— este tipo de movimiento ofrece una ventana de oportunidad: no solo para verlo desde afuera, sino para preguntarse cómo adaptarlo, si se puede innovar localmente y qué papel tendrán los desarrolladores nacionales en esa cadena global que ya está en marcha.