La revolución de la inteligencia artificial avanza a ritmo acelerado, pero su impacto ambiental genera cada vez más preocupación. Los centros de datos que alimentan modelos como ChatGPT o Gemini consumen cantidades masivas de electricidad, superando en algunos casos el gasto energético de ciudades enteras.
En medio de ese debate, Emerald AI, una startup con sede en Washington D.C., está ganando atención global con una propuesta concreta: usar inteligencia artificial para optimizar el uso de energía de la propia IA.

Su sistema, Emerald Conductor, permite que los centros de datos ajusten automáticamente su consumo en función de la demanda eléctrica de la red.
Cuando la demanda se dispara, la plataforma reduce o traslada carga de cómputo; cuando baja, retoma la operación completa.
En un piloto realizado en Phoenix (Arizona), junto a NVIDIA, Oracle Cloud Infrastructure y la compañía eléctrica Salt River Project, Emerald AI logró que un clúster de GPUs redujera su consumo un 25 % durante tres horas pico, sin afectar significativamente el rendimiento.
“Si los centros de datos se vuelven flexibles, pueden liberar más de 100 GW de capacidad eléctrica sin construir nuevas líneas”, explicó Varun Sivaram, fundador y CEO de Emerald AI.

Emerald AI recaudó 24,5 millones de dólares en su ronda semilla, con participación de Radical Ventures, CRV, Amplo Ventures y NVentures (NVIDIA).
Ya trabaja con National Grid (Reino Unido) y Digital Realty, donde implementará su software en un centro de datos de 96 MW en Virginia, uno de los proyectos más grandes del país.
La compañía también forma parte del programa NVIDIA Inception, lo que le permite integrar sus herramientas en entornos de cómputo de alto rendimiento en la nube.
Un mercado en movimiento: competidores y nuevas propuestas
Aunque Emerald AI lidera este segmento, surgen competidores con objetivos similares:
• GridCARE – startup asociada a Portland General Electric que desarrolla sistemas de predicción y flexibilidad energética.
• Verdigris Technologies – especializada en reducir el consumo eléctrico en edificios e instalaciones industriales mediante IA.
• RMI (Rocky Mountain Institute) – promueve el desarrollo de “data centers flexibles” y prevé una expansión global del sector.

Estas compañías comparten un mismo horizonte: disminuir el consumo eléctrico de los centros de datos sin sacrificar potencia computacional.
Con el crecimiento explosivo de la demanda de cómputo, la eficiencia energética se convierte en el nuevo terreno de innovación.
Emerald AI encarna esa transformación: pasar de la era del poder de cálculo sin límites a una etapa en la que la inteligencia artificial también optimiza sus propios recursos.