Project Prometheus, la flamante startup de Inteligencia Artificial liderada por Jeff Bezos, irrumpió en el ecosistema tecnológico global con un nivel de financiamiento que muy pocas empresas en fase inicial han logrado alcanzar. Según reveló el Times, el proyecto ya recibió US$ 6.200 millones en inversión, parte de los cuales fueron aportados por el propio Bezos. La cifra convierte a la compañía en una de las startups emergentes mejor financiadas del planeta, incluso antes de presentar un producto comercial.

Lo que diferencia a Prometheus del resto de las empresas de IA es su ambición: en lugar de enfocarse en modelos conversacionales o asistentes digitales, el objetivo es llevar la IA a la economía física.
Esto incluye manufactura avanzada, robótica industrial, ingeniería compleja y automatización de procesos que hoy representan la base productiva de la economía mundial. Para Bezos, la próxima revolución tecnológica no estará en el software que hablamos, sino en la infraestructura material que usamos todos los días.
Otra pieza clave es el liderazgo. Según fuentes citadas en los reportes, el proyecto estará comandado por dos co-CEOs: el propio Bezos y Vik Bajaj, un científico con credenciales de elite que fue director de Google X, el laboratorio de investigación más avanzado y hermético del gigante tecnológico.
La presencia de Bajaj —con experiencia en ciencia de frontera, biotecnología y desarrollo de proyectos moonshot— es una señal clara de que Prometheus apunta a desafíos de escala global y de altísima complejidad técnica.

Si bien los detalles operativos siguen bajo reserva, la estrategia general del proyecto ya está definida: usar IA para transformar sectores con infraestructura pesada, donde los avances suelen ser lentos por los costos, la regulación y la complejidad industrial.
En ese sentido, Prometheus podría competir directamente con Nvidia, Siemens, Tesla Optimus y otros actores que están intentando integrar IA con automatización física y robótica.
El nivel de financiación también llama la atención. En un contexto donde analistas han advertido sobre posibles burbujas de inversión en IA, la magnitud de los fondos destinados a Prometheus plantea dos lecturas posibles.
Por un lado, puede tratarse de una apuesta estratégica de largo plazo sobre un sector que está por explotar. Por otro, podría estar inflada por la fiebre global por la IA, en un momento donde muchas empresas reciben capitales masivos sin haber demostrado modelos de negocio estables. Lo cierto es que para Bezos —que rara vez asume roles operativos fuera de Amazon— el proyecto representa un movimiento excepcional.

Project Prometheus podría redefinir el mercado de la IA industrial o convertirse en uno de los experimentos más riesgosos de la década. Pero con US$ 6.200 millones, un co-CEO surgido de Google X y la visión de uno de los empresarios más influyentes del mundo, ya es una de las iniciativas que marcará la conversación tecnológica de los próximos años.