INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Publicado 29/10/2025

¿Cuáles son los empleos que sobrevivirán a la Inteligencia Artificial?

La Inteligencia Artificial (IA) avanza a un ritmo sin precedentes, alterando procesos, modelos de negocio y estructuras de empleo. Sin embargo, en este contexto de disrupción tecnológica, surge una paradoja: hay ciertos empleos que, más que estar amenazados por la automatización, podrían volverse esenciales — uno de ellos: la plomería.
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La Inteligencia Artificial (IA) avanza a un ritmo sin precedentes, alterando procesos, modelos de negocio y estructuras de empleo. Sin embargo, en este contexto de disrupción tecnológica, surge una paradoja: hay ciertos empleos que, más que estar amenazados por la automatización, podrían volverse esenciales — uno de ellos: la plomería.

 

Una profesión en riesgo de extinción en Argentina

Un estudio de Amanco Wavin advierte que en Argentina prácticamente no hay plomeros entre los 18 y los 25 años. El estudio señala que un 41 % de los plomeros se encuentra en el rango de 46-55 años, mientras que el grupo de 26-35 solo representa alrededor del 13 %. Además, el oficio está altamente masculinizado (≈ 98 % hombres).

Esta brecha generacional genera dos efectos: primero, un relevo prácticamente inexistente; segundo, una eventual escasez que puede encarecer servicios esenciales, como ya sucede en la construcción, donde la falta de trabajadores especializados incrementa costos entre el 8 % y el 12 %.

En otras palabras: mientras se debate qué trabajos reemplazará la IA, este oficio manual estrella parece correr en sentido opuesto: el de hacerse cada vez más imprescindible.

 

 

Jensen Huang, CEO de Nvidia

 

Un mensaje inesperado desde Silicon Valley

Jensen Huang, CEO de Nvidia —clave en el ecosistema de IA— afirmó que los próximos millonarios podrían no venir del mundo del desarrollo de software, sino de los oficios como plomeros, electricistas y carpinteros. “El ChatGPT no puede reparar los caños rotos”, sostuvo, argumentando que la infraestructura física (data centers, fábricas, redes de energía) seguirá demandando mano de obra manual altamente calificada.

Huang señaló que, con la expansión de centros de datos y fábricas conectadas con IA, “cada año habrá que duplicar y duplicar” el número de trabajadores especializados en los oficios físicos.

Esta visión contraintuitiva sitúa los oficios manuales como una frontera menos discutida de la revolución tecnológica — y revela que la sustitución de empleo por IA no afecta por igual a todos los trabajos.

 

 

 

¿Qué implica para el ecosistema tecnológico, la educación y la economía?

Para el ecosistema tecnológico: La integración de IA no se limita al software. Gran parte de su magnitud práctica depende de infraestructuras físicas (servidores, redes, sistemas de enfriamiento, cañerías, electricidad). Por ende, los oficios manuales forman parte del “lado B” de la transformación digital — y su escasez puede convertirse en un cuello de botella.

Para la educación técnica: La evidencia en Argentina sugiere una urgente necesidad de políticas que reactiven la formación técnica y profesional. La escasa entrada de jóvenes en estos oficios, su alta masculinización y el déficit de valorización social configuran una brecha estructural. Si no se actúa, se puede generar un desbalance grave entre la oferta y la demanda laboral avanzada.

Para la economía: Los efectos ya son visibles. El incremento de costos en la construcción es apenas un síntoma. A mediano plazo, la falta de mano de obra especializada podría frenar proyectos vinculados al desarrollo de infraestructuras críticas para la IA — lo que impacta la competitividad industrial y digital del país.

 

 

 

En un mundo donde la Inteligencia Artificial promete “digitalizarlo todo”, es irónico que algunos de los trabajos más seguros y valorados futuros sean los que requieren manos, herramientas y destreza manual. La plomería, la electricidad y otros oficios “tradicionales” podrían convertirse en protagonistas de esta nueva era.

Esto plantea una reflexión estratégica para gobiernos, empresas y jóvenes: la disrupción tecnológica no solo exige dominar algoritmos, sino repensar qué tipo de trabajos seguirán existiendo y cuáles (contra todo pronóstico) aumentarán su valor. En definitiva: mientras muchos temen que la IA los reemplace, otros empleos podrían ganar protagonismo.