SEGURIDAD

Publicado 20/10/2025

Tecnología y seguridad: qué falló en el Museo de Louvre

El reciente y espectacular robo ocurrido el 19 de octubre de 2025 en el Louvre —donde ladrones profesionales sustrajeron piezas de la colección de joyas reales francesas en un lapso estimado de entre cuatro y siete minutos— pone de relieve, con crudeza, los retos contemporáneos de la seguridad museística.
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El reciente y espectacular robo ocurrido el 19 de octubre de 2025 en el Louvre —donde ladrones profesionales sustrajeron piezas de la colección de joyas reales francesas en un lapso estimado de entre cuatro y siete minutos— pone de relieve, con crudeza, los retos contemporáneos de la seguridad museística.

 

Este hecho es ocasión para revisar cómo la tecnología puede ayudar —y a la vez dónde puede fallar— en la protección de los museos, y qué aprendizajes pueden extraerse para instituciones culturales de todo el mundo.

Según las autoridades francesas, los intrusos utilizaron una cesta elevadora (“basket lift”) aparcada junto a la fachada del ala del río Sena del Louvre para acceder a una ventana del primer piso y penetrar en la galería “Galerie d’Apollon”, donde se guardan parte de las joyas de la Corona francesa.

 

  • Emplearon herramientas de corte, como una máquina de disco, para abrir el acceso al interior y romper vitrinas.

  • El robo se consumó mientras el museo estaba abierto al público, lo que incrementó la complejidad operativa (visitantes, personal, tránsito de público) y añadió un factor de desorden que favoreció la operación.

  • Esta acción remarca cuán vulnerables pueden estar incluso museos de primer nivel si la combinación de factor humano, infraestructura y tecnología no está plenamente alineada.

 

 

La ventana que, según el Ministerio del Interior francés, se utilizó en un robo en el museo del Louvre durante el cual se sustrajeron joyas. (REUTERS/Gonzalo Fuentes)

 

Principales tecnologías aplicadas hoy en día en museos para seguridad

 

Existen múltiples capas tecnológicas que los museos emplean para prevenir robos, vandalismo y otras amenazas. Algunas de las más relevantes son:

 

  • Control de acceso y gestión del personal: tarjetas-prox, credenciales biométricas, registros de entrada y sistemas de rastreo. En el Louvre se implementaron tarjetas inteligentes y lectores biométricos.

  • Sensores en objetos y vitrinas: detectores de movimiento, sistemas que monitorean manipulación o apertura no autorizada.

  • Videovigilancia y análisis de vídeo: CCTV con inteligencia artificial para detectar comportamientos sospechosos o accesos restringidos.

  • Alarmas perimetrales y estructurales: detección de intrusión, sensores acústicos y de vibración, o de vidrio roto.

  • Integración con obras o reformas: refuerzo de la seguridad en zonas de acceso de obreros o cierres provisorios.

  • Simulación y análisis de flujos: software que permite prever riesgos y congestiones en tiempo real.

  • Gestión de crisis y respuesta rápida: protocolos de alertas automáticas y coordinación con fuerzas de seguridad.

 

 

 

¿Qué revela el robo del Louvre sobre vulnerabilidades tecnológicas e infraestructurales?

 

El suceso en el Louvre pone en evidencia debilidades críticas que la tecnología por sí sola no cubre completamente:

 

  1. Acceso desde el exterior en zona de obra: los delincuentes usaron una zona en reforma o con acceso técnicopara ingresar sin levantar sospechas. Esto demuestra que los perímetros exteriores y zonas técnicas deben integrarse al sistema de seguridad.

  2. Tiempo relámpago de ejecución: la operación duró solo entre 4 y 7 minutos, lo que evidencia la necesidad de sistemas ultra-reactivos y protocolos automáticos.

  3. Disfraz o camuflaje de obreros: el uso de roles falsos o uniformes de obra dificulta la detección; se requiere reconocimiento de personal y credenciales diferenciadas.

  4. Gran volumen de público: el Louvre recibe millones de visitantes, lo que dificulta distinguir lo habitual de lo anómalo.

  5. Infraestructura antigua: el museo tiene múltiples accesos históricos y sistemas heterogéneos, lo que complejiza la integración tecnológica.

  6. Valor simbólico de las piezas: los objetos robados tienen alto valor histórico pero bajo valor de reventa, lo que incrementa el riesgo de destrucción o tráfico ilícito.

 

 

 

Buenas prácticas tecnológicas recomendadas a partir de este caso

 

A partir del análisis, estas son algunas recomendaciones clave:

 

  • Cobertura de perímetro completa: incluir fachadas, tejados y accesos técnicos en la vigilancia.

  • Integración en tiempo real: alarmas que se activen automáticamente ante vibraciones o cortes, conectadas a fuerzas de seguridad.

  • Análisis de vídeo con IA: detección de personas o vehículos fuera de protocolo, incluso en obras.

  • Control de acceso diferenciado: credenciales especiales y auditorías diarias en zonas en construcción.

  • Simulación de escenarios de robo: software que permita probar la velocidad de reacción y los puntos débiles.

  • Reconocimiento y trazabilidad de piezas: marcaje láser o RFID invisible para facilitar la recuperación.

  • Formación del personal: la tecnología sin capacitación humana pierde eficacia.

  • Auditorías regulares: detectar zonas ciegas y tecnologías obsoletas.

  • Coordinación con fuerzas de seguridad: alertas directas y automáticas ante incidentes.

 

 

 

El robo del Louvre demuestra que incluso los museos más prestigiosos y tecnológicamente avanzados pueden ser vulnerables.

No se trata solo de cámaras o alarmas, sino de concebir la seguridad como un ecosistema integral: tecnología + procedimiento + personas + infraestructura + reacción rápida.

En materia museística, la tecnología es un habilitador poderoso, pero no una panacea. El diseño arquitectónico, el control de accesos invisibles, la vigilancia de zonas auxiliares y los protocolos de respuesta son tan importantes como la inversión tecnológica.

Si bien no existe la seguridad total, una estrategia tecnológica integral y adaptativa puede elevar considerablemente el nivel de protección.