Investigaciones recientes sugieren que los videos de menos de un minuto entrenan al cerebro para buscar recompensas inmediatas, reduciendo la capacidad de concentración sostenida.
Pero los expertos advierten: aún no hay pruebas concluyentes de un “deterioro irreversible”.

Un nuevo tipo de atención digital
La expresión “TikTok Brain” —popularizada en medios internacionales— describe un fenómeno creciente: la dificultad para mantener la atención prolongada después de pasar mucho tiempo en plataformas como TikTok, Instagram Reels o YouTube Shorts.
Un estudio de la Universidad de Oxford, citado por The Guardian (2024), indica que el consumo frecuente de videos cortos se asocia con una menor tolerancia a tareas cognitivas largas, como leer artículos extensos o mirar películas completas.
La razón estaría en el sistema de recompensa dopaminérgico: cada nuevo estímulo visual o sonoro activa una microdescarga de placer, generando una dependencia hacia la gratificación inmediata.

Qué muestra la evidencia
• Investigaciones de la Universidad de California (UCLA) y la Universidad de Zhejiang (China) observaron que los usuarios intensivos de TikTok presentan menor activación en las áreas cerebrales vinculadas a la atención ejecutiva y mayor búsqueda de novedad constante.
• Un estudio de 2023 en Computers in Human Behavior concluyó que mirar videos cortos reduce la duración media del foco atencional en tareas académicas y aumenta la fatiga cognitiva.
• Sin embargo, no hay consenso en que esto implique un daño estructural o permanente. Algunos neurocientíficos sostienen que el cerebro es plástico y que la atención puede recuperarse con entrenamiento y hábitos conscientes.

Qué dicen los especialistas
El psiquiatra Pablo Toro (Chile) y la neurocientífica Susan Greenfield (Oxford) coinciden en que la atención sostenida se entrena: si el cerebro no la ejercita, la pierde.
“El uso intensivo de estímulos breves refuerza un modo de pensamiento fragmentado. No destruye la atención, pero la hace más inestable”, explicó Greenfield en una entrevista reciente con BBC Science Focus.
Hacia una cultura de la distracción
La configuración digital actual —pantallas múltiples, notificaciones, recompensas instantáneas— no destruye la cognición, pero reconfigura la forma en que procesamos la realidad.
En palabras del psicólogo Daniel Goleman: “La economía de la atención se convirtió en la nueva economía del poder.”
La pregunta central ya no es si la atención disminuye, sino quién se beneficia de mantenernos distraídos.