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NUEVAS TECNOLOGÍAS

Publicado 02/12/2025

AWS y Google Cloud sorprenden a la industria: lanzan una conexión directa de alta velocidad entre ambas nubes

En un movimiento inesperado para el mercado global de infraestructura digital, Amazon Web Services (AWS) y Google Cloud anunciaron el lanzamiento de un nuevo servicio conjunto que permite a empresas y organismos habilitar, en cuestión de minutos, una conectividad privada y de alta velocidad entre las dos plataformas.
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En un movimiento inesperado para el mercado global de infraestructura digital, Amazon Web Services (AWS) y Google Cloud anunciaron el lanzamiento de un nuevo servicio conjunto que permite a empresas y organismos habilitar, en cuestión de minutos, una conectividad privada y de alta velocidad entre las dos plataformas.

 La alianza marca un hito: por primera vez, dos de los mayores competidores del sector ofrecen una integración nativa para operar en modo multicloud sin fricciones.

 

 

Hasta hoy, unir AWS y Google Cloud requería montar redes complejas: túneles VPN, carriers externos, SD-WAN o infraestructura dedicada. El nuevo servicio elimina esas barreras y ofrece una conexión directa, segura y de baja latencia, activable desde un panel unificado.

Para los equipos técnicos, esto implica pasar de semanas de configuraciones a minutos. Para los negocios, significa operar de forma más ágil en un entorno donde el 90% de las organizaciones ya usa más de un proveedor de nube.

“El mensaje es claro: la multicloud dejó de ser una excepción y se convirtió en el estándar de la industria”, señalan analistas del sector.

 

 

Qué cambia para los usuarios: velocidad, ahorro y resiliencia

Entre los principales beneficios de esta alianza se destaca la aceleración de cargas de IA: las compañías podrán entrenar modelos en Google (TPUs, Vertex) y desplegarlos en AWS (Bedrock, Inferentia) sin latencia significativa.

Además, impactará en una reducción de costos al depender de menos infraestructura adicional y menos horas de ingeniería.

Un punto clave es la continuidad operativa: si una nube tiene fallas, la otra actúa como backup en tiempo real. La novedad también habilita flujos de big data más rápidos, replicación de bases en tiempo real y arquitecturas híbridas de análisis masivo.

A pesar de ser competidores directos, ambas compañías poseen incentivos estratégicos claros. AWS busca consolidar su posición dominante al retener clientes corporativos que ya han adoptado servicios de IA de Google Cloud. Por otro lado, Google Cloud se beneficia al obtener acceso a empresas consolidadas en AWS, especialmente en banca, telecomunicaciones y sector gubernamental, donde ha tenido mayores dificultades históricas.

 

 

Ambas compañías se encuentran en un proceso de adaptación a un entorno industrial donde la competencia no proviene solo de otras nubes, sino también de actores emergentes como NVIDIA, OpenAI y Anthropic, que están impulsando una demanda sin precedentes de infraestructura.

Este acuerdo deja a Microsoft Azure en una posición vulnerable. Hasta ahora, Azure se distinguía por su mayor apertura multicloud, pero la alianza entre Amazon y Google establece un nuevo estándar de conectividad que podría desplazar a los integradores tradicionales.

Empresas como Akamai, Equinix, Cloudflare o Megaport —que ofrecían servicios para unir nubes— podrían perder una parte relevante de su negocio.