GOBIERNO

Publicado 08/11/2025

Barcelona: el urbanismo inteligente como puente entre tecnología y sostenibilidad

En el tercer día del Smart City Expo World Congress 2025, Inteligencia Argentina visitó dos municipios del área metropolitana de Barcelona, Sant Boi de Llobregat y Castelldefels. Federico Salcedo, especialista en ciudades inteligentes para Latinoamérica, nos cuenta cómo estas dos ciudades combinaron planificación urbana, sostenibilidad ambiental e inteligencia artificial aplicada a la gestión pública.
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En el tercer día del Smart City Expo World Congress 2025, Inteligencia Argentina visitó dos municipios del área metropolitana de Barcelona, Sant Boi de Llobregat y Castelldefels. Federico Salcedo, especialista en ciudades inteligentes para Latinoamérica, nos cuenta cómo estas dos ciudades combinaron planificación urbana, sostenibilidad ambiental e inteligencia artificial aplicada a la gestión pública.

Por Federico Salcedo para Inteligencia Argentina

 

Castelldefels, reconocida por su perfil residencial alto y su cercanía al mar, contrasta con Sant Boi, un municipio de 80.000 habitantes que busca equilibrar crecimiento urbano y bienestar social. Ambas localidades comparten un mismo desafío: cumplir con los estándares de la OMS en cantidad de metros cuadrados verdes por habitante, en un contexto de densidad urbana creciente y crisis climática.

 

Durante las visitas, los alcaldes locales presentaron proyectos centrados en infraestructura verde y azul, conceptos que integran soluciones basadas en la naturaleza. La idea es reemplazar la obra pública tradicional —cemento, cañerías, hormigón— por políticas que imiten los procesos naturales: plantar árboles para reducir temperatura, redirigir cauces de agua, restaurar humedales y prevenir inundaciones mediante ecosistemas controlados.
Esta estrategia, además de económica, se muestra como un camino eficiente para combinar sostenibilidad, salud urbana y resiliencia climática.

 

 

En Sant Boi, el eje del debate se centró en la Inteligencia Artificial aplicada a la gestión municipal. Los gobiernos locales analizan cómo la IA puede ayudar a anticipar demandas ciudadanas, mejorar la experiencia del vecino y orientar políticas públicas basadas en datos reales.
Las aplicaciones son múltiples: desde la predicción de consumo energético y contaminación, hasta la mejora en los sistemas de salud, educación y atención al ciudadano. El tema se consolidó como la constante de la semana en Barcelona: la inteligencia artificial ya no se discute como futuro, sino como presente de las políticas urbanas.

 

Distrito @22: la reconversión del tejido industrial

Otra de las experiencias destacadas del día fue la recorrida por el Distrito @22 (Arroba 22), un proyecto emblemático de Barcelona que transformó un antiguo polo textil en un centro de innovación tecnológica.
Hace dos décadas, la apertura de importaciones dejó la zona en crisis con más de 100.000 empleos perdidos. Hoy, gracias a un cambio en el código urbanístico, el distrito se convirtió en un ecosistema donde las empresas tecnológicas y creativas conviven con espacios públicos, universidades y vivienda accesible.

El modelo urbanístico establece una ecuación de triple beneficio: por cada nuevo desarrollo, los privados deben ceder un 30 % del suelo al Estado —un 10 % para equipamiento público, otro 10 % para espacios verdes y un 10 % para vivienda social—.
Dentro del distrito funciona Barcelona Activa, una agencia que ofrece acompañamiento, mentoría y financiamiento a proyectos innovadores. Su espacio insignia, Mediatic, opera como ventanilla única para startups tecnológicas y empresas creativas que buscan internacionalización y apoyo institucional.

 

 

Una mirada sobre el futuro urbano

El cierre de la jornada dejó una reflexión transversal: las ciudades inteligentes no se construyen desde la tecnología, sino desde la planificación urbana y la inclusión social.
El concepto de “smart city” se amplía: no se trata de adquirir software costosos o sensores futuristas, sino de diseñar territorios habitables, equitativos y sostenibles.

Pensando en América Latina —y en particular en la Argentina—, el desafío es evidente: el Área Metropolitana de Buenos Aires concentra 16 millones de personas en apenas el 0,3 % del territorio nacional, generando una presión insostenible sobre la infraestructura y el acceso a la vivienda.
La planificación, más que la digitalización, aparece como el verdadero salto de inteligencia urbana que la región necesita.

 

Barcelona 2025 confirma que la ciudad inteligente del futuro no será solo digital: será verde, planificada y humana.