¿Qué es la presbicia y por qué aparece?
La presbicia es un problema visual que afecta a la mayoría de las personas a partir de los 40 años. Se produce cuando el cristalino del ojo pierde elasticidad y el enfoque cercano se vuelve borroso, lo que obliga a recurrir a los clásicos “anteojos de lectura”.
Hasta ahora, la solución era óptica (lentes) o quirúrgica (cirugía refractiva). Pero un nuevo desarrollo farmacológico promete ofrecer una alternativa tecnológica sin pasar por el quirófano.
Nearlea: el primer colirio aprobado en Argentina
La ANMAT aprobó el uso de Nearlea, un colirio oftálmico desarrollado por el laboratorio argentino Elea. Su principio activo es pilocarpina al 1,25%, una sustancia que provoca un leve cierre de la pupila y genera el llamado efecto estenopeico, permitiendo ver mejor de cerca.
Duración del efecto: entre 6 y 8 horas, dependiendo del paciente.
Edad recomendada: principalmente entre 40 y 55 años, en etapas iniciales de la presbicia.
Venta: con receta médica, no es de venta libre.
Precio estimado: alrededor de $28.000 por frasco en farmacias de Argentin
¿Reemplaza definitivamente los anteojos?
No. Los especialistas aclaran que estas gotas no “curan” la presbicia ni reemplazan de forma permanente a los lentes. Su efecto es temporal y se recomienda especialmente para personas con presbicia leve a moderada.
Además, no corrigen otros problemas visuales como astigmatismo o cataratas, y pueden tener efectos secundarios (fotofobia, molestias oculares, tensión en algunos casos). Por eso, se indica siempre bajo supervisión oftalmológica.
Tecnología aplicada a la salud visual
La aparición de estas gotas se enmarca en la expansión de la health tech, un sector donde la innovación combina farmacología, biotecnología y dispositivos inteligentes:
IA en oftalmología: algoritmos capaces de detectar enfermedades oculares en imágenes de retina.
Wearables de salud: relojes inteligentes que miden presión ocular y parámetros visuales.
Lentes inteligentes: proyectos de Apple, Meta o startups que buscan corregir la visión con realidad aumentada.
En este escenario, un colirio como Nearlea puede considerarse un “lente líquido”, un avance que integra ciencia y tecnología para mejorar la calidad de vida.
El futuro de las “gotas inteligentes”
Los expertos creen que estos productos recién empiezan: en el futuro podrían combinarse con sistemas de dosificación personalizada mediante aplicaciones móviles, seguimiento de datos de visión en tiempo real o incluso algoritmos que adapten el tratamiento según cada paciente.
Lo que hoy parece un producto premium podría masificarse en los próximos años, tal como sucedió con los smartphones o los relojes inteligentes.