Fundada en 2008 por Salman Khan, un educador estadounidense con raíces en Bangladesh e India, Khan Academy nació como una serie de videos tutoriales que él mismo realizaba para ayudar a su prima con las matemáticas. Lo que comenzó como un gesto familiar terminó convirtiéndose en una organización sin fines de lucro respaldada por gigantes como la Fundación Bill y Melinda Gates y Google.
Disponible en español desde hace varios años gracias al trabajo de traducción y localización de voluntarios y organizaciones aliadas, el sitio web Khan Academy ofrece cursos completos organizados por niveles escolares y temas, desde la educación primaria hasta el nivel universitario inicial. Su método de enseñanza se basa en videos cortos, explicaciones claras y ejercicios interactivos que permiten a cada estudiante avanzar a su propio ritmo.
Uno de los aspectos más valorados de la plataforma es su enfoque personalizado. Al ofrecer seguimiento del progreso, insignias, retroalimentación instantánea y recomendaciones inteligentes, Khan Academy se adapta a las necesidades de cada estudiante, ya sea un niño en una escuela rural de Argentina o un adulto en busca de reforzar conocimientos básicos.
En tiempos donde la brecha educativa sigue siendo una de las principales desigualdades sociales, iniciativas como Khan Academy se destacan por brindar acceso libre y de calidad al aprendizaje. Su impacto es evidente: más de 150 millones de usuarios registrados a nivel global y presencia en más de 190 países.
Si bien no reemplaza el rol del docente ni el valor del aula, Khan Academy se ha convertido en una herramienta clave para reforzar, complementar y empoderar el proceso educativo. Con una visión clara: “Una educación gratuita, de clase mundial, para cualquier persona, en cualquier lugar.”