El recorte del presupuesto para ciencia y tecnología impactó directamente en proyectos de innovación que dependían del Estado. En 2024, el Ministerio de Economía redujo en más del 60 % el Fondo Fiduciario para la Promoción de la Industria del Software (FONSOFT), según datos de la Agencia I+D+i.
Esto provocó la suspensión de decenas de proyectos en incubadoras, universidades y startups sin respaldo financiero suficiente.
Aunque muchas empresas siguen exportando, los controles cambiarios y la falta de previsibilidad jurídica llevaron a más de 200 startups argentinas a relocalizar parte de su operación en Uruguay o EE.UU. entre 2023 y 2025, según CESSI.
El nuevo esquema de liquidación obligatoria de divisas al tipo oficial provocó una reducción de entre 30 % y 50 % en la rentabilidad exportadora.
Por primera vez en una década, el empleo formal en software se desaceleró. Según el Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos (OPSSI) de CESSI, la tasa de contratación cayó un 12 % en el primer trimestre de 2025, con mayor impacto en pymes tecnológicas del interior.
Un dólar tecnológico con libre disponibilidad
Créditos blandos específicos para innovación
Revisión urgente de la Ley de Economía del Conocimiento y su efectiva aplicación
Frente a un contexto global donde la Inteligencia Artificial demanda cada vez más soluciones de software, este estancamiento amenaza con dejar a Argentina fuera del mapa regional de innovación.
En definitiva, sin un sostén estatal claro ni condiciones macroeconómicas estables, la industria del software nacional corre el riesgo de perder talento, inversión y competitividad internacional.