Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una fecha clave promovida por la OMS y UNICEF para visibilizar la importancia de proteger, promover y apoyar la lactancia en todos los contextos. Este año, en Argentina, los desafíos se combinan con oportunidades: la tecnología comienza a jugar un rol cada vez más activo en el acompañamiento a las personas lactantes.
Desde apps de seguimiento y asesoramiento virtual, hasta dispositivos inteligentes para la extracción de leche, la innovación digital se transforma en aliada para garantizar el derecho a una lactancia informada, segura y sostenible.
En los últimos años, surgieron en Argentina y el mundo herramientas digitales que buscan empoderar a las personas lactantes, facilitando acceso a información y contacto con especialistas. Algunas de las más utilizadas incluyen:
Apps móviles como LactApp o Amamantando, que ofrecen respuestas personalizadas sobre lactancia, horarios, posiciones y problemas frecuentes.
Dispositivos inteligentes para la extracción de leche, silenciosos, portátiles y conectados por Bluetooth a aplicaciones que registran volúmenes y frecuencia.
Grupos de WhatsApp, Telegram y redes sociales que funcionan como redes de contención entre madres.
Consultas virtuales con puericultoras, pediatras y asesoras de lactancia por videollamada.
Estas tecnologías resultan clave en zonas rurales o alejadas, donde no siempre hay profesionales capacitados cerca, y también para madres que trabajan y deben organizar la lactancia junto con su actividad laboral.
Según datos del Ministerio de Salud, solo el 44% de los bebés en Argentina reciben lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, por debajo del umbral recomendado por la OMS.
Entre los principales obstáculos aparecen:
Falta de licencias laborales adecuadas.
Escasa disponibilidad de salas de lactancia en espacios de trabajo.
Falta de acompañamiento profesional y emocional.
Falta de información confiable en los primeros días tras el parto.
El Plan Nacional de Lactancia busca fortalecer esta práctica a través de:
Capacitación en hospitales públicos y centros de salud.
Promoción de espacios amigos de la lactancia.
Campañas de concientización en redes sociales.
Y en algunos casos, desarrollo de plataformas digitales para brindar información verificada a quienes están lactando.
Sin embargo, la integración sistemática de herramientas tecnológicas aún es incipiente. Incorporar apps oficiales, mejorar el acceso digital a consultorías gratuitas y promover la creación de contenidos multimedia accesibles y de calidad pueden ser pasos clave.
La lactancia no es solo una elección individual: es un derecho que requiere acompañamiento colectivo, institucional y tecnológico. En un país donde el acceso a la salud es desigual, la tecnología puede reducir brechas, empoderar a quienes amamantan y garantizar el inicio de una vida saludable para millones de bebés.
En esta Semana Mundial de la Lactancia Materna, el desafío es doble: seguir protegiendo esta práctica milenaria, y al mismo tiempo, aprovechar las herramientas digitales del presente para que ninguna persona lactante se sienta sola.