INVAP: la empresa argentina que factura más de USD 200 millones sin subsidios y exporta innovación a 12 países
En tiempos donde las empresas estatales suelen asociarse con déficit, burocracia o ineficiencia, INVAP rompe todos los moldes. La compañía pública con base en Bariloche combina superávit sostenido, innovación tecnológica de punta y una sólida proyección global.
Fundada hace casi 50 años, INVAP es una rareza en el mapa industrial latinoamericano: no solo diseña y fabrica tecnología nuclear, satelital y de defensa, sino que lo hace sin subsidios estatales y con clientes internacionales en cuatro continentes.
De la carrera espacial a la industria nuclear: el modelo INVAP
Con una facturación anual superior a los USD 200 millones y una planta de 1.800 empleados altamente calificados, INVAP se especializa en áreas donde el conocimiento y la precisión son clave: reactores nucleares, satélites de observación y comunicaciones, radares, sistemas de defensa, y más recientemente, inteligencia artificial y aplicaciones duales.
Desde su sede en la provincia de Río Negro, y bajo participación accionaria de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la empresa combina gobernanza pública con visión estratégica de largo plazo.
“El boom nuclear que estamos viendo en todo el mundo nos abre una ventana única para exportar nuestro conocimiento”, explica a Forbes su gerente general, Darío Giussi.
Exportaciones tech made in Argentina
El portfolio internacional de INVAP impresiona: reactores nucleares de investigación en Arabia Saudita, los Países Bajos y Argelia; plantas de radioisótopos en Brasil; radares para Nigeria; y contratos satelitales con la agencia espacial argentina y colaboración previa con la NASA.
De hecho, INVAP fue clave en el diseño y fabricación de los satélites geoestacionarios Arsat-1 y Arsat-2, y actualmente trabaja en los proyectos SABIA-Mar y ARSAT-SG1, que estarán listos entre 2026 y 2028.
Además, la empresa ya comenzó a exportar sus sistemas de radares meteorológicos y de defensa, y se encuentra en plena fase de escalamiento para atender la demanda global de sistemas duales (civiles y militares) de alta precisión.
El “veranito nuclear” y la oportunidad del siglo
En un contexto global de transición energética y descarbonización, la energía nuclear vuelve a estar en agenda. INVAP apuesta fuerte: está construyendo el reactor PALLAS en los Países Bajos, retomó proyectos con Argelia y firmó nuevos contratos con Brasil y Arabia Saudita.
La empresa también participa del desarrollo del reactor CAREM, el primer reactor modular de potencia desarrollado en Argentina, con potencial para convertirse en una pieza de exportación clave.
“Ningún país puede dominar tecnología nuclear sin antes invertir en investigación. Nosotros ya estamos ahí. Y el mundo lo sabe”, remata Giussi.
¿El dato más disruptivo? INVAP no recibe ni un peso en subsidios estatales. Genera divisas, emplea científicos locales, transfiere conocimiento y produce innovación real.
En un momento donde muchos apuestan por desmantelar el sector público, INVAP demuestra que la tecnología soberana no solo es posible, sino rentable, escalable y exportable.
