La pregunta ya no es solo cuál es más popular, sino cuál protege mejor los datos personales y garantiza mayor seguridad digital en un contexto global de creciente vigilancia, filtraciones y ciberdelitos.
Utiliza cifrado de extremo a extremo por defecto en todos los chats personales, llamadas y archivos compartidos.
Sin embargo, al ser parte del ecosistema de Meta (Facebook), genera preocupación por el manejo de metadatos(información sobre quién, cuándo y dónde se comunican los usuarios).
No cifra las copias de seguridad en la nube por defecto, aunque ofrece la opción.
Implementó recientemente Chats con Clave y verificación en dos pasos, lo que mejora la protección contra accesos no autorizados.
Usa cifrado cliente-servidor por defecto, lo que significa que los chats normales no están cifrados de extremo a extremo.
Solo los chats secretos utilizan cifrado punto a punto, con mensajes que no dejan huella en los servidores y se autodestruyen si el usuario lo desea.
Permite crear cuentas sin número de teléfono visible, usando nombres de usuario o números anónimos temporales.
Los grupos pueden ser públicos y con enlaces de invitación anónimos, lo que lo convierte en una herramienta atractiva para comunidades descentralizadas.
WhatsApp sigue siendo la app más usada en contextos familiares, laborales y escolares.
Telegram es cada vez más común entre desarrolladores, periodistas, inversores en cripto y colectivos sociales que buscan mayor autonomía y privacidad.
Desde el bloqueo de TikTok en organismos públicos en Europa, Telegram ha ganado nuevos usuarios preocupados por el rastreo y la recopilación de datos masivos.
Telegram prioriza el control del usuario sobre su identidad y sus datos, con herramientas como múltiples cuentas, mensajes autodestructivos y almacenamiento en la nube cifrado.
WhatsApp apuesta por una seguridad más automatizada, fácil de usar, pero dentro de un ecosistema cerrado y controlado por una de las corporaciones tecnológicas más grandes del mundo.
Ninguna plataforma es completamente infalible. Pero:
Para quienes priorizan privacidad extrema, anonimato, control sobre la identidad digital y comunidades abiertas, Telegram ofrece mayores herramientas de gestión.
Para quienes valoran una seguridad robusta, simple y estandarizada, integrada a una red masiva de contactos y respaldada por sistemas de verificación sólidos, WhatsApp es más práctica y confiable.
Aunque minoritaria en Argentina, Signal es considerada por expertos como la app más segura en términos técnicos, ya que todo está cifrado de extremo a extremo por defecto, incluidos metadatos. Es de código abierto y sin fines de lucro, pero su baja adopción y menor usabilidad limitan su crecimiento frente a las otras dos.
La elección entre WhatsApp y Telegram no depende solo de la tecnología, sino de cuánto valora cada usuario la privacidad, el control y la interoperabilidad. En un mundo donde la seguridad digital ya es un derecho y una necesidad, entender las diferencias entre estas plataformas es clave para tomar decisiones informadas.