SEGURIDAD

Publicado 15/10/2025

Vuelve el Halcón Negro, pero ahora sin piloto

En un movimiento que marca un antes y un después en la historia de la aviación militar, Sikorsky —filial de Lockheed Martin— presentó el S-70UAS “U-Hawk”, la primera versión completamente autónoma y no tripulada del legendario helicóptero Black Hawk.
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En un movimiento que marca un antes y un después en la historia de la aviación militar, Sikorsky —filial de Lockheed Martin— presentó el S-70UAS “U-Hawk”, la primera versión completamente autónoma y no tripulada del legendario helicóptero Black Hawk.

 

El anuncio se realizó durante la feria AUSA 2025 en Washington, donde la compañía mostró un prototipo funcionalque transforma al icónico UH-60 en una aeronave de carga y apoyo capaz de operar sin intervención humana a bordo.

 

 

El U-Hawk no es simplemente un Black Hawk modificado: es una reinvención completa del concepto de helicóptero táctico. Sikorsky eliminó toda la cabina de pilotaje, los asientos y los controles manuales, reemplazándolos por una proa rediseñada con compuertas frontales tipo “clamshell” y una rampa que permite carga y descarga directa desde el frente del fuselaje.

El corazón de esta innovación es el sistema de vuelo autónomo MATRIX, desarrollado por Sikorsky, que permite al helicóptero despegar, volar y aterrizar de manera completamente automática, incluso en entornos de combate o condiciones meteorológicas adversas.

El sistema también puede ser supervisado o controlado remotamente desde estaciones terrestres.

 

 

 

Más espacio, más misiones

 

Sin la cabina de pilotos, el U-Hawk gana un 25% más de capacidad interna de carga, lo que lo convierte en una plataforma ideal para el transporte logístico en zonas de riesgo o inaccesibles.

Puede llevar hasta cuatro contenedores modulares estándar (JMIC) o realizar transporte de carga externa con gancho, además de desplegar vehículos terrestres no tripulados (UGV) y drones menores desde su compartimento frontal.

La aeronave está pensada para operaciones de reabastecimiento en zonas de combate, misiones humanitarias, rescate autónomo y transporte táctico sin poner en riesgo tripulaciones humanas.

También puede actuar como lanzador de “loitering munitions” o “efectos lanzados”, drones o cargas inteligentes diseñadas para misiones específicas.

 

 

El desarrollo del U-Hawk se completó en menos de un año, y se espera que realice sus primeros vuelos de prueba en 2026.

Aunque por ahora se trata de un programa financiado directamente por Lockheed Martin, el proyecto se alinea con la estrategia del Pentágono de avanzar hacia flotas híbridas de aeronaves tripuladas y no tripuladas, capaces de operar en conjunto mediante inteligencia artificial y sistemas autónomos coordinados.

La compañía busca posicionar al U-Hawk como el “eslabón perdido” entre el helicóptero de carga tradicional y los drones de gran autonomía, ofreciendo una opción capaz de operar de forma independiente o cooperativa con tripulaciones humanas.

 

 

 

Un hito tecnológico con proyección global

 

Más allá del interés militar estadounidense, el U-Hawk despierta atención internacional.

Países aliados de la OTAN y socios estratégicos en Asia y Medio Oriente ya utilizan versiones del Black Hawk, lo que facilitaría una transición hacia variantes autónomas sin alterar la infraestructura logística existente.

Con el U-Hawk, Sikorsky no solo actualiza un diseño con más de 40 años de servicio, sino que inaugura una nueva generación de aeronaves inteligentes: helicópteros que no necesitan piloto, pero sí una red de decisiones autónomas respaldada por inteligencia artificial y software avanzado.

El U-Hawk representa el futuro de la movilidad aérea táctica. Es la evolución natural del Black Hawk en la era de la autonomía”, resumió Paul Lemmo, presidente de Sikorsky, durante la presentación.