Batería que se agota rápidamente, incluso en reposo.
Calentamiento inusual sin estar usando apps pesadas.
Ruidos, interferencias o clics en llamadas.
Consumo de datos alto cuando no estás usando el teléfono.
Notificaciones extrañas o apps desconocidas instaladas.
Mensajes de texto con códigos o enlaces sospechosos.
Activá la verificación en dos pasos en todas tus cuentas.
Evitá hacer clic en enlaces de mensajes desconocidos.
Revisá los permisos de las apps desde Configuración.
No conectes tu celular a cargadores públicos.
Instalá un antivirus de confianza, como Bitdefender o Avast.
Si tenés dudas graves, acudí a especialistas en ciberseguridad o hacé un análisis forense del dispositivo.