En un claro contraste con la euforia habitual que rodea el lanzamiento de los nuevos productos de Apple, un reciente artículo de opinión de The Washington Post, escrito por Shira Ovide, propone una visión crítica sobre la incesante presión por adquirir un nuevo smartphone. En lugar de sumarse al entusiasmo por las reservas del nuevo iPhone 17, el diario sugiere que extender la vida útil de los teléfonos actuales es una opción más inteligente y responsable, tanto para el bolsillo como para el planeta.
El artículo, titulado No compres un iPhone nuevo. Haz esto, TWP afirma que extender la vida útil del teléfono “es bueno para tu bolsillo y para el planeta. Pero también entristecerá a Apple, Samsung y a las compañías telefónicas”. El artículo se presenta como una guía práctica para los usuarios que buscan alternativas al ciclo de actualización constante. The Washington Post argumenta que la mejor manera de revitalizar un dispositivo es a través de consejos de mantenimiento sencillo, desafiando así la narrativa de que un teléfono nuevo es la única solución a los problemas de rendimiento.
El dueño de The Washington Post es Jeff Bezos, adquirió el periódico en 2013 a través de su compañía, Nash Holdings LLC. Es llamativo que el diario cargue de manera tan dura contra el iPhone 17, en lo que parece una guerra entre empresas tech.
La semana pasada el diario lanzó una dura crítica al nuevo iPhone 17, cuestionando su falta de innovación frente a la competencia, especialmente en el terreno de la Inteligencia Artificial. En un artículo publicado el 11 de septiembre, el medio sostiene que el último modelo de Apple “ya parece tener dos años”, en comparación con el avance tecnológico que exhibe el Pixel de Google.
Ahora, el diario anima a los usuarios a actualizar el software de sus dispositivos, destacando que el nuevo iOS 26 de Apple estará disponible para modelos de hasta seis años de antigüedad, lo que refuerza la idea de que los teléfonos más antiguos aún son capaces y seguros.
El artículo también aborda otros aspectos de la vida útil del dispositivo, como la limpieza de puertos y lentes, y la posibilidad de cambiar de operador móvil. Esta última sugerencia, en particular, se presenta como una forma de ahorro significativa, advirtiendo a los consumidores sobre las promesas de teléfonos “gratuitos” que en realidad los atan a contratos de larga duración con las compañías telefónicas.