Casi la mitad de los argentinos cree que estas tecnologías traerán mejoras para la sociedad, aunque también piden límites claros y supervisión humana constante en su uso periodístico.
Un fenómeno global en expansión
El estudio, realizado en seis países —Argentina, Dinamarca, Francia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos—, muestra cómo las herramientas de IA generativa se volvieron parte del día a día. La conciencia sobre estas tecnologías es casi universal, y el uso semanal de sistemas como ChatGPT o Copilot se duplicó en un año, alcanzando al 34 % de los encuestados a nivel global.
Su uso principal sigue siendo la búsqueda de información, aunque crece también la generación de textos, imágenes o videos. En el terreno de las noticias, el uso de IA como fuente informativa se duplicó —del 3 % al 6 %—, en especial entre los más jóvenes, que recurren con frecuencia a chatbots o asistentes virtuales para informarse.
La mirada argentina: más confianza y apertura
En comparación con otros países, Argentina destaca por un mayor nivel de confianza hacia el uso de IA en medios. El 44 % de los encuestados considera que los periodistas locales supervisan “siempre o con frecuencia” los resultados generados por Inteligencia Artificial antes de publicarlos, el nivel más alto entre los países analizados.
Además, el 30 % confía en que los medios argentinos utilizan la IA de manera responsable, un valor superior al promedio internacional. Este dato sugiere una combinación particular de curiosidad tecnológica y confianza institucional que contrasta con el escepticismo observado en Europa o Estados Unidos.
Valor y percepción del contenido automatizado
El informe también indaga cuánto valor le asignan los ciudadanos a las noticias generadas por IA. En Argentina, el 37 % cree que una nota producida con IA y supervisión humana vale lo mismo que una escrita completamente por periodistas, y un 15 % incluso piensa que ese tipo de contenidos podría valer más. Solo un 31 % considera que valen menos, lo que refleja una mayor apertura cultural hacia los modelos híbridos de producción informativa.
Sin embargo, el entusiasmo tiene límites. Muchos encuestados expresaron preocupación por la falta de transparencia, la posible generación de desinformación, y la pérdida de credibilidad si los medios no explican claramente cuándo y cómo interviene la IA en sus contenidos.
Entre la herramienta y la amenaza
En la práctica, los medios argentinos usan la Inteligencia Artificial principalmente en tareas de apoyo: transcripción de entrevistas, clasificación de archivos, corrección de estilo o generación de resúmenes. Todavía no hay una adopción masiva en la producción completa de noticias, y el público parece preferir que siga siendo así.
Según el informe, la mayoría de los argentinos cree que la IA debe servir para optimizar tareas de fondo —como edición, análisis o traducción— y no reemplazar al periodista en la creación o interpretación de los hechos.
“Existe una brecha de comodidad: la gente quiere IA en la redacción, pero no en el titular”, resume el documento.
Un cambio cultural en marcha
El estudio del Reuters Institute confirma que el debate sobre la Inteligencia Artificial en el periodismo no es solo tecnológico, sino cultural. En un país con tradición de debate público intenso y consumo informativo alto, los argentinos parecen más dispuestos que otros a aceptar la colaboración entre humanos y máquinas, siempre que haya reglas claras y supervisión editorial.
El desafío ahora, señalan los autores del informe, será cómo los medios logran aprovechar las ventajas de la IA —velocidad, escala, eficiencia— sin sacrificar los valores esenciales del periodismo: veracidad, contexto y responsabilidad.
Fuente: Reuters