Nvidia anunció el desarrollo de un sistema de verificación de ubicación destinado a sus chips de Inteligencia Artificial, con el objetivo de impedir el contrabando hacia países con exportaciones restringidas.
La primicia fue adelantada por fuentes citadas en Reuters , que señalaron que la función aún no fue liberada públicamente.

Según la agencia, la herramienta se ofrecerá como un software opcional que los clientes podrán instalar en sus centros de datos. El sistema aprovecha las capacidades de confidential computing de las GPUs de Nvidia, midiendo la latencia en la comunicación con servidores de la empresa para estimar la ubicación física de cada chip.
La función debutará en la nueva generación de chips Blackwell, aunque Nvidia evalúa extenderla también a arquitecturas previas como Hopper y Ampere.
El anuncio llega en un contexto de creciente presión regulatoria de Estados Unidos, que busca frenar el tráfico ilegal de hardware avanzado hacia China. En los últimos meses, autoridades norteamericanas denunciaron intentos de exportación ilegal por más de 160 millones de dólares en GPUs de Nvidia.
Para la compañía, esta característica se presenta como un refuerzo de cumplimiento normativo y de control de inventario, crucial en un momento donde las GPUs de IA son activos estratégicos. Nvidia aclaró que la herramienta no constituye una puerta trasera ni compromete la seguridad del hardware. Expertos citados por Reuters remarcan que este tipo de verificación puede implementarse sin debilitar las protecciones criptográficas de los chips.

Sin embargo, persisten interrogantes sobre su precisión. Técnicas basadas en latencia pueden verse afectadas por VPN, redes distribuidas o arquitecturas multirregión, lo que podría afectar la confiabilidad de la detección. La efectividad final dependerá de la adopción del software por parte de los operadores de centros de datos.
En una mirada más amplia, esta decisión de Nvidia marca un cambio de paradigma en la seguridad del hardware de IA: ya no se confía solo en regulaciones comerciales, sino también en mecanismos técnicos capaces de limitar cadenas de suministro ilícitas y reforzar el control estratégico sobre tecnologías de frontera.