En un artículo publicado el viernes el medio destaca cómo chatbots como ChatGPT de OpenAI y Gemini de Google están siendo utilizados para todo, desde la elaboración de presupuestos hasta la inversión en el mercado de valores.
Con más de la mitad de los estadounidenses gestionando sus finanzas por sí mismos, el recurso a la IA ha crecido exponencialmente. Una encuesta reciente de Intuit Credit Karma, que involucró a más de 1.000 personas, reveló que dos tercios de los adultos que han utilizado IA generativa la emplearon para obtener asesoramiento financiero.
De este grupo, un 80% afirmó haber mejorado su situación financiera gracias a esos consejos. Las generaciones más jóvenes muestran una particular receptividad: aproximadamente el 82% de los usuarios de IA de la Generación Z y los millennials declararon utilizarla para obtener orientación financiera.
La principal atracción de estos chatbots radica en su accesibilidad, rapidez y costo, que a menudo es gratuito o más económico que un asesor tradicional. Además, ofrecen una vía más sencilla para que los usuarios hablen de sus problemas financieros sin la vergüenza que podrían sentir ante una persona real.
A pesar de los beneficios, el artículo del The New York Times enfatiza que los consejos financieros ofrecidos por los chatbots deben manejarse con cautela. La misma encuesta de Credit Karma reveló que más de la mitad de los estadounidenses que siguieron el consejo de la IA generativa admitieron haber tomado una mala decisión financiera o haber cometido un error.
Entre los riesgos asociados se encuentran las filtraciones de datos, la posibilidad de recibir información inexacta o extraña, e incluso de causar una crisis emocional en los usuarios. Expertos como Tyler Gilley, asesor patrimonial asociado, señalan que los chatbots tienden a tomar las preguntas literalmente y no cuestionan las suposiciones subyacentes ni recopilan un contexto importante, lo que puede ser arriesgado en el ámbito financiero.
Los asesores financieros consultados recomiendan verificar las sugerencias de la IA con un profesional antes de actuar. Molly Rimes, asesora financiera, aconseja mantener los datos personales y la información confidencial fuera del alcance del chatbot, sugiriendo que “Si no lo enviarías por correo electrónico, no lo pongas en un chatbot”. La información subida debe ser amplia y generalizada para evitar riesgos.
Gilley expresa preocupación por la tendencia de sacrificar el proceso de construcción de confianza con un profesional a cambio de la facilidad y rapidez que ofrece la IA, lo cual puede ser problemático cuando se trata de finanzas.
En conclusión, mientras que la IA se consolida como una herramienta poderosa y accesible para la gestión financiera personal, el análisis del The New York Times subraya la importancia fundamental de la precaución, la verificación y el juicio humano para navegar sus ventajas y mitigar sus riesgos.