El misil intercontinental DF-5C
El DF-5C es uno de los sistemas más emblemáticos:
Más de 30 metros de largo y alcance superior a 12.000 km, capaz de impactar en EE. UU. o Europa.
Equipado con ojivas nucleares múltiples e independientes (MIRV), lo que permite que un solo lanzamiento golpee hasta una docena de objetivos distintos.
Esta capacidad multiplica el poder destructivo y complica la defensa antimisiles de los adversarios.
Nueva generación: DF-41 y misiles hipersónicos
El DF-41, el más moderno de Pekín, funciona con combustible sólido, lo que facilita su rápido despliegue y movilidad en plataformas terrestres. Su alcance supera los 14.000 km y también incorpora tecnología MIRV.
El DF-17, equipado con un planeador hipersónico (HGV), vuela a velocidades superiores a Mach 5 y con capacidad de maniobra, lo que lo vuelve extremadamente difícil de interceptar.
Tecnología y doctrina militar
La estrategia china se apoya en tres ejes centrales:
Movilidad, mediante lanzadores móviles que dificultan el rastreo satelital.
Velocidad y precisión, con sistemas hipersónicos y guiados por el satélite Beidou (el GPS chino).
Diversificación nuclear, con múltiples ojivas por misil y capacidad de segundo ataque.
Un tablero global en tensión
El crecimiento de este arsenal genera preocupación en Washington y sus aliados, que lo perciben como un desafío directo a la superioridad estratégica de EE. UU.. Pekín sostiene que se trata de una herramienta defensiva de disuasión, frente a la presencia militar estadounidense en la región y sus alianzas con Taiwán y Japón.
Expertos señalan que China busca una paridad nuclear mínima para negociar en igualdad de condiciones en futuros acuerdos de control de armas.