NUEVAS TECNOLOGÍAS

Publicado 18/05/2025

Elecciones en CABA: las tecnologías clave detrás de las encuestas de boca de urna

Conocé cómo se hacen los boca de urna en estas eleccciones porteñas. Los resultados cada vez más reales.
Compartir
Compartir por Facebook Compartir por WhatsApp Compartir por X Compartir por Telegram

Conocé cómo se hacen los boca de urna en estas eleccciones porteñas. Los resultados cada vez más reales.

En cada jornada electoral, mientras los ciudadanos acuden a las urnas, otro operativo se pone en marcha silenciosamente en las calles: el de las encuestas de boca de urna. Esta herramienta, utilizada para anticipar resultados antes del escrutinio oficial, ha evolucionado significativamente gracias a los avances tecnológicos. Hoy, detrás de cada número que aparece en pantalla hay un entramado de datos, aplicaciones y algoritmos.

Del papel al smartphone: el salto digital

Durante décadas, las encuestas de boca de urna se realizaron con formularios en papel y lápiz. Hoy, en cambio, la mayoría de los encuestadores se moviliza con tablets o teléfonos inteligentes. Estas herramientas permiten cargar datos en tiempo real, geolocalizar respuestas y minimizar errores de transcripción.

“La digitalización de la recolección de datos nos permitió tener resultados preliminares de manera casi instantánea, con un control de calidad mucho más riguroso”, explican desde una consultora electoral con experiencia en América Latina.

Apps y nubes de datos

Las empresas especializadas han desarrollado sus propias aplicaciones móviles para encuestadores, que se conectan con plataformas en la nube donde los datos son centralizados, procesados y analizados. Estos sistemas permiten monitorear la cobertura territorial, detectar demoras o inconsistencias, y ajustar el operativo sobre la marcha.

Herramientas como Open Data Kit (ODK), KoboToolbox o apps personalizadas lideran el mercado, brindando interfaces amigables para el personal de campo.

Inteligencia artificial al servicio de la predicción

La incorporación de inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático (machine learning) ha marcado una nueva etapa. Modelos predictivos entrenados con datos históricos permiten ajustar estimaciones de resultados en tiempo real, detectando sesgos o anomalías.

Los algoritmos también ayudan a corregir desviaciones en la muestra mediante técnicas estadísticas avanzadas, como regresiones logísticas, árboles de decisión o análisis bayesianos.

Mapas inteligentes y visualización geográfica

Gracias a los sistemas de información geográfica (GIS), los equipos pueden visualizar en mapas interactivos la distribución de las respuestas. Esto permite comparar comportamientos entre regiones, zonas urbanas y rurales, o barrios con características socioeconómicas distintas.

“Lo visual es clave. Ver un mapa que se va coloreando con cada carga de datos ayuda a tomar decisiones rápidas y estratégicas”, remarcan desde una firma de análisis electoral.

Seguridad y trazabilidad

En tiempos de desinformación, la seguridad de los datos es prioritaria. Las encuestadoras utilizan redes privadas (VPN)y sistemas de encriptación para garantizar la confidencialidad de la información, además de implementar auditorías internas que certifican cada paso del proceso.