El informe financiero presentado este jueves superó las expectativas de analistas y accionistas. Solo en el segundo trimestre (abril-junio), Netflix obtuvo un beneficio neto de 3.100 millones de dólares, impulsado en gran parte por el fenómeno global que significó el estreno de la temporada final de Squid Game, que volvió a romper récords de visualizaciones a nivel mundial.
El crecimiento de Netflix no se explica únicamente por su oferta de contenidos. En el último año, la compañía diversificó sus ingresos a través de su plan con publicidad —ya disponible en más de 50 países—, y aplicó incrementos graduales en sus tarifas premium, sin afectar significativamente la retención de usuarios.
Los ingresos totales en el segundo trimestre alcanzaron los 11.080 millones de dólares, un 16% más que en el mismo período de 2024. Según la compañía, este desempeño responde a una “estrategia enfocada en la calidad global de contenidos y en la expansión inteligente de su base de suscriptores”.
En línea con las nuevas tendencias, Netflix redobló su apuesta por el contenido en vivo. La transmisión en exclusiva del especial WWE SummerMania 2025 y el acuerdo para emitir partidos de la Copa Africana de Naciones han ampliado su espectro de audiencia y posicionan a la plataforma como un nuevo jugador en el universo del streaming deportivo.
“La combinación de historias locales con impacto global y eventos en vivo nos permite llegar a públicos más diversos y comprometidos”, señaló Ted Sarandos, co-CEO de la compañía.
Con estos resultados, Netflix elevó su proyección de ingresos anuales a un rango de 44.800 a 45.200 millones de dólares, lo que representaría su mejor año histórico. En la apertura de Wall Street, las acciones de la empresa subieron un 2,5%, reflejo de la confianza del mercado.
En un entorno competitivo que incluye a gigantes como Disney+, Amazon Prime Video y Apple TV+, Netflix demuestra que la innovación constante, combinada con una curaduría eficaz de contenidos, sigue siendo la clave de su éxito.