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NUEVAS TECNOLOGÍAS

Publicado 21/08/2025

Desde diciembre Australia prohíbe el uso de redes sociales a menores de 16 años

El país oceánico implementará una de las leyes más estrictas del mundo en materia de seguridad digital: las plataformas como Facebook, Instagram, TikTok, X y YouTube deberán bloquear cuentas de adolescentes menores de 16 años o enfrentar multas millonarias.
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El país oceánico implementará una de las leyes más estrictas del mundo en materia de seguridad digital: las plataformas como Facebook, Instagram, TikTok, X y YouTube deberán bloquear cuentas de adolescentes menores de 16 años o enfrentar multas millonarias.

 

Australia aprobó una ley que establece la prohibición de redes sociales para menores de 16 años, medida que entrará en vigencia el 10 de diciembre de 2025. La reforma, conocida como Online Safety Amendment (Social Media Minimum Age) Act 2024, enmienda la Online Safety Act 2021 y coloca al país entre los más estrictos en cuanto a regulación digital y protección infantil.

 

 

La norma obliga a plataformas como Facebook, Instagram, TikTok, Snapchat, X (ex Twitter) y YouTube a garantizar que los menores no puedan tener cuentas activas. Si las compañías no cumplen con lo estipulado, podrían recibir sanciones de hasta 49,5 millones de dólares australianos (unos 32 millones de dólares estadounidenses).

 

El gobierno, liderado por el primer ministro Anthony Albanese, fundamentó la medida en la necesidad de proteger la salud mental de niños y adolescentes, frente a problemáticas como el ciberacoso, la exposición a contenido dañino y la adicción digital. “Sabemos que no va a ser fácil, pero tenemos que dar este paso por las nuevas generaciones”, sostuvo Albanese al defender la iniciativa.

 

 

Sin embargo, la ley abre un intenso debate. Organizaciones juveniles y especialistas advierten que el veto puede limitar el acceso a herramientas digitales educativas y sociales, esenciales para el desarrollo de habilidades en un mundo cada vez más conectado. Desde el sector tecnológico, empresas como Google (propietaria de YouTube) expresaron su rechazo y analizan posibles acciones legales contra la decisión.

 

El texto incluye excepciones para plataformas educativas, de salud o servicios de mensajería básicos como WhatsApp, siempre que no se utilicen con fines amplios de interacción social. Además, establece que los propios menores y sus familias no recibirán sanciones en caso de incumplimiento: la responsabilidad recaerá exclusivamente sobre las compañías tecnológicas.

 

 

Uno de los puntos más controvertidos es el método de verificación de edad. El gobierno no fijó un mecanismo único, aunque las plataformas podrán solicitar documentos oficiales o aplicar sistemas alternativos, como tecnologías de reconocimiento facial. Estas pruebas ya se están realizando en 2025, pero su fiabilidad aún genera dudas entre expertos y defensores de la privacidad.

 

Australia se convierte así en un caso testigo global: una nación que intenta trazar un límite tajante entre la infancia y el uso de redes sociales. Mientras algunos celebran el paso como una victoria para la salud pública, otros temen que marque el inicio de una regulación excesiva y poco realista en el entorno digital.