Altman, presente en un evento organizado por la Reserva Federal, alertó sobre cómo las tecnologías de IA pueden imitar voces humanas con tal fidelidad que están dejando obsoletos métodos de autenticación clave, como los “voice prints” usados para aprobar transacciones financieras importantes.
Lo definió como “una cosa que me aterra”, afirmando que “la IA ha vencido completamente a la mayoría de las formas de autenticación actuales, salvo las contraseñas.”
Altman advirtió que esta capacidad de imitación no solo hará más comunes los fraudes, sino que también podría evolucionar hacia ataques sofisticados mediante deepfakes en video o audio en tiempo real: “Pronto será un video FaceTime indistinguible de la realidad.”
Además añadió que este es un riesgo significativo e inminente, y que la sociedad, la industria y los reguladores deben actuar con urgencia.
Ataques institucionales: Altman apuntó a la posibilidad de que actores adversos usen IA para perpetrar ataques sistemáticos contra sistemas financieros, incluyendo escenarios extremos como bioweapons o hackeos masivos a cuentas bancarias.
Impacto en el empleo y los servicios: Estimó que ciertas categorías laborales, como atención al cliente, podrían desaparecer tan pronto como la IA supere a los humanos.
Para enfrentar estos desafíos, Altman hizo un llamado claro a la industria y a los reguladores:
Modernizar las tecnologías de verificación, superando métodos fácilmente replicables como el reconocimiento de voz o video.
Adoptar sistemas de seguridad más robustos, incluyendo contraseñas y tecnologías avanzadas.
Fomentar el desarrollo de herramientas de IA defensiva, como sistemas capaces de detectar y bloquear suplantaciones de identidad digitales.
Esta última medida fue respaldada por Michelle Bowman, vicepresidenta de supervisión de la Reserva Federal, quien sugirió colaboraciones público-privadas con la industria de IA para identificar fraudes con deepfakes o imitaciones digitales.
El mensaje de Altman encendió las alarmas en los mercados financieros: la misma tecnología que promete transformar al sector podría convertirlo en un blanco fácil si no se adoptan salvaguardias urgentes.
Su advertencia es un llamado a revisar de forma masiva los protocolos de seguridad: no se trata solo de aprovechar la IA, sino de protegerse frente a ella.