El plan, presentado en julio de 2025, tiene como objetivo principal inaugurar una "nueva era dorada de florecimiento humano, competitividad económica y seguridad nacional para el pueblo estadounidense", anticipando una "revolución industrial", una "revolución de la información" y un "renacimiento" impulsados por la IA.
"Hoy, una nueva frontera de descubrimiento científico yace ante nosotros, definida por tecnologías transformadoras como la inteligencia artificial", afirmó el Presidente Trump. El plan se estructura en torno a tres pilares fundamentales: acelerar la innovación en IA, construir la infraestructura de IA estadounidense, y liderar la diplomacia y seguridad internacionales en IA.
Este pilar se enfoca en liberar el sector privado de la "burocracia innecesaria" para fomentar la innovación. Entre las medidas destacadas se incluyen:
Eliminación de regulaciones onerosas: La Administración Trump ya ha derogado la Orden Ejecutiva 14110 de la administración Biden, que presagiaba un "régimen regulatorio oneroso". Se buscará la opinión pública y empresarial sobre regulaciones que obstaculizan la IA y se revisarán las investigaciones de la FTC que puedan imponer cargas indebidas a la innovación.
Protección de la libertad de expresión y valores estadounidenses: Se busca asegurar que los sistemas de IA reflejen la "verdad objetiva" y no "agendas de ingeniería social". Esto implica revisar el Marco de Gestión de Riesgos de IA del NIST para eliminar referencias a la desinformación, la diversidad, la equidad y la inclusión, y el cambio climático. Además, se evaluarán los modelos de China para detectar la alineación con los puntos de vista del Partido Comunista Chino.
Fomento de la IA de código abierto y peso abierto: El plan busca crear un entorno favorable para los modelos abiertos, asegurando el acceso a la capacidad computacional a gran escala para startups y académicos, y promoviendo la adopción de estos modelos en pequeñas y medianas empresas.
Habilitación de la adopción de IA: Se propone establecer "cajas de arena" regulatorias o Centros de Excelencia de IA, e iniciar esfuerzos específicos por dominio (salud, energía, agricultura) para acelerar el desarrollo y la adopción de estándares nacionales.
Empoderamiento de los trabajadores estadounidenses: El plan adopta una "agenda de IA centrada en el trabajador", buscando que la IA complemente el trabajo y no lo reemplace. Se priorizará el desarrollo de habilidades en IA, se estudiará su impacto en el mercado laboral y se financiarán programas de recapacitación rápida para aquellos afectados por el desplazamiento laboral.
Inversión en la ciencia habilitada por IA: Esto incluye la financiación de laboratorios automatizados y basados en la nube, e incentivando la liberación pública de conjuntos de datos de alta calidad.
Avance de la ciencia de la IA e interpretabilidad: El plan enfatiza la necesidad de liderar en los avances de la IA, especialmente en la interpretabilidad, el control y la robustez de los sistemas de IA, crucial para aplicaciones de seguridad nacional.
Protección de las innovaciones de IA: Se colaborará con desarrolladores líderes para proteger las innovaciones de IA de riesgos de seguridad, como ciberactores maliciosos y amenazas internas.
Combate a los medios sintéticos (deepfakes): Se buscará dar a los tribunales y a las fuerzas del orden las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos que presenta la evidencia generada por IA, como los deepfakes maliciosos.
Este pilar se centra en la necesidad de una infraestructura masiva para la IA, lo que implica un desafío significativo en la generación de energía. Las acciones incluyen:
Permisos simplificados: Se buscan exclusiones categóricas bajo la NEPA para centros de datos y se agilizará la revisión ambiental para construir rápidamente fábricas de chips, centros de datos y fuentes de energía.
Desarrollo de la red eléctrica: Se requiere una modernización de la red para soportar la creciente demanda de energía de los centros de datos, priorizando fuentes de energía confiables y despachables como la geotermia mejorada, la fisión nuclear y la fusión nuclear.
Restauración de la fabricación de semiconductores: Se busca traer de vuelta la fabricación de chips a suelo estadounidense, asegurando un "fuerte retorno de la inversión para el contribuyente americano" y eliminando "requisitos políticos superfluos" para los proyectos financiados por CHIPS.
Construcción de centros de datos de alta seguridad: Especialmente para el uso militar y de la comunidad de inteligencia, dada la sensibilidad de los datos que manejarán los sistemas de IA.
Formación de una fuerza laboral cualificada para la infraestructura de IA: Se invertirán en programas para cubrir la escasez de profesionales como electricistas y técnicos avanzados de HVAC.
Fortalecimiento de la ciberseguridad de infraestructuras críticas: Se busca utilizar la IA como herramienta defensiva y establecer un Centro de Intercambio y Análisis de Información de IA (AI-ISAC).
El plan enfatiza la importancia de que EE. UU. promueva sus sistemas de IA a nivel global y evite que los adversarios se beneficien de su innovación. Las acciones propuestas son:
Exportación de IA estadounidense a aliados y socios: Se busca satisfacer la demanda global de la tecnología de IA completa de EE. UU. (hardware, modelos, software, aplicaciones, estándares) para evitar que los aliados recurran a rivales estratégicos.
Contrarrestar la influencia china en organismos internacionales: EE. UU. se opondrá a los marcos de gobernanza de la IA que promueven "agendas culturales que no se alinean con los valores estadounidenses" o que han sido influenciados por empresas chinas para moldear estándares de vigilancia.
Fortalecimiento de los controles de exportación de la computación de IA: Se explorarán nuevas características de verificación de ubicación para asegurar que los chips avanzados de IA no lleguen a "países de preocupación" y se colaborará con funcionarios de inteligencia en la aplicación de estos controles.
Eliminación de lagunas en los controles de exportación de fabricación de semiconductores: Se busca desarrollar nuevos controles de exportación para subsistemas de fabricación de semiconductores, además de los sistemas principales, para evitar que los adversarios utilicen las innovaciones estadounidenses.
Alineación global de medidas de protección: Se alentará a socios y aliados a seguir los controles de EE. UU. sobre tecnologías sensibles, utilizando herramientas como la Regla de Productos Directos Extranjeros y aranceles secundarios para lograr una mayor alineación internacional.
Evaluación de riesgos de seguridad nacional en modelos de IA frontera: Se priorizará la evaluación de sistemas de IA frontera para identificar riesgos de seguridad nacional, como ciberataques y el desarrollo de armas CBRNE (químicas, biológicas, radiológicas, nucleares o explosivas).
Inversión en bioseguridad: La IA podría crear nuevas vías para que actores maliciosos sinteticen patógenos dañinos. Se requerirá que las instituciones con financiación federal utilicen herramientas de síntesis de ácidos nucleicos con "procedimientos robustos de detección de secuencias y verificación de clientes".
El Plan de Acción de la IA de América se presenta como una "hoja de ruta para la victoria", con el objetivo de asegurar el liderazgo de Estados Unidos en la era de la inteligencia artificial.