El ranking y sus implicancias
El informe Economic Freedom of the World 2025 señala que Argentina se encuentra entre los países con menor libertad económica del planeta, apenas por encima de Venezuela. Esto implica dificultades estructurales para atraer capital de riesgo, desarrollar empresas tecnológicas y consolidar un entorno favorable para la innovación.
América Latina en contraste
Costa Rica ocupa el puesto 14 global y es el país latinoamericano con mayor libertad económica.
Chile (26), Panamá (27) y Guatemala (28) también figuran entre los mejor posicionados de la región.
Argentina (159) y Venezuela (165) aparecen en el extremo opuesto, con entornos marcados por altos niveles de intervención estatal y regulaciones rígidas.
Impacto en el ecosistema tecnológico
La baja libertad económica limita:
Inversión extranjera directa en tecnología → Menor llegada de capital para financiar startups.
Propiedad intelectual y derechos de autor → Incertidumbre jurídica que desalienta innovación.
Comercio digital e importación de hardware → Trabas aduaneras y normativas complejas que encarecen equipos y ralentizan adopción tecnológica.
Mercado laboral IT → Regulaciones poco flexibles que afectan contratación global y exportación de servicios digitales.
En contraste, los países con mayor libertad económica muestran ecosistemas tecnológicos más dinámicos, con startups escalables, atracción de hubs de innovación y políticas que fomentan la digitalización.
El puesto 159 de Argentina en libertad económica no solo es un problema macroeconómico: representa un freno directo al crecimiento de la economía del conocimiento. En un momento en que América Latina busca consolidarse como polo tecnológico global, el país enfrenta el desafío de mejorar sus condiciones regulatorias y económicas para que su talento en programación, biotecnología e inteligencia artificial pueda desarrollarse sin trabas.