
Una tendencia global que llega con fuerza
La automatización y el uso intensivo de IA están modificando el mapa laboral a escala mundial. Pero en Argentina, la combinación de inflación, caída de inversión y presión tecnológica acelera un proceso de sustitución y reconfiguración del trabajo.
Según una encuesta de la consultora Experis realizada a más de 700 empresas de tecnología, el 27 % planea contratar, el 33 % prevé despidos y el 37 % mantendrá su plantilla estable en el tercer trimestre de 2025, lo que arroja un saldo neto negativo del –6 %.
Empresas locales en proceso de reconversión
El impacto no se limita al área IT. En sectores administrativos, logísticos y financieros, la IA ya asume tareas repetitivas y basadas en pautas, lo que permite reducir costos, pero también genera desplazamientos laborales.
En este escenario, las startups tecnológicas locales también recortan personal o frenan contrataciones, afectadas por la caída de exportaciones de servicios digitales y la falta de incentivos fiscales.

Los sectores más afectados
De acuerdo con un informe de Forbes Argentina, la IA “ya está reemplazando puestos claves del sector IT”, en áreas como soporte técnico, testing, atención al cliente y mantenimiento de sistemas.
El fenómeno también se extiende a industrias donde los procesos pueden ser parcialmente automatizados —por ejemplo, bancos, aseguradoras, call centers y cadenas logísticas—, que reestructuran equipos para incorporar algoritmos predictivos y asistentes digitales.

Los nuevos motores del empleo
No todo son recortes. Paralelamente, emergen sectores que crecen al calor de la IA.
Según Randstad Argentina, 8 de cada 10 empresas locales ya utilizan Inteligencia Artificial, y más de un 37 % combina IA, automatización y big data para atraer perfiles digitales más diversos.
Esto impulsa la demanda de nuevas competencias en análisis de datos, ingeniería de prompts, diseño de interfaces conversacionales, seguridad cibernética y desarrollo de modelos de IA aplicados a negocios, educación o salud.
De la sustitución al reskilling
El desafío, coinciden los especialistas, es reconvertir el empleo antes de que la automatización deje fuera del mercado a miles de trabajadores.
Mientras los puestos repetitivos pierden relevancia, ganan terreno los perfiles híbridos que combinan tecnología, estrategia y creatividad.
Las empresas que lideren la transición hacia la IA no serán necesariamente las que más despidan, sino las que mejor formen y reubiquen su talento.

La IA no destruye el trabajo: lo transforma. En Argentina, el impacto inmediato puede ser negativo —por la falta de planificación y políticas activas—, pero el potencial de crecimiento a mediano plazo es enorme.
El país necesita duplicar la inversión en formación técnica y digital, impulsar el reskilling y promover un marco que equilibre innovación con derechos laborales. De lo contrario, el futuro del empleo podría quedar en manos