GOBIERNO

Publicado 01/08/2025

Gobiernos e Inteligencia Artificial: cómo funciona el programa de alianzas de OpenAI

En un contexto global donde la Inteligencia Artificial (IA) avanza a pasos acelerados, los gobiernos enfrentan un desafío doble: aprovechar su potencial para mejorar la gestión pública y, al mismo tiempo, establecer regulaciones y mecanismos de control que garanticen el bien común. En esa encrucijada nace el Government Partnerships Program de OpenAI, una iniciativa que busca tender puentes entre el sector público y las herramientas de IA más avanzadas del mundo.
Compartir
Compartir por Facebook Compartir por WhatsApp Compartir por X Compartir por Telegram

En un contexto global donde la Inteligencia Artificial (IA) avanza a pasos acelerados, los gobiernos enfrentan un desafío doble: aprovechar su potencial para mejorar la gestión pública y, al mismo tiempo, establecer regulaciones y mecanismos de control que garanticen el bien común. En esa encrucijada nace el Government Partnerships Program de OpenAI, una iniciativa que busca tender puentes entre el sector público y las herramientas de IA más avanzadas del mundo.

Lanzado en 2024, el Government Partnerships Program (GPP) de OpenAI ofrece a los gobiernos nacionales y locales acceso personalizado a modelos de IA como ChatGPT y GPT-4, acompañados de soporte técnico, desarrollo de soluciones a medida, entrenamiento ético y garantías de privacidad. El objetivo principal es que el sector público pueda implementar estas tecnologías en áreas como educación, justicia, salud, servicios ciudadanos y planificación estratégica.

 

Uno de los pilares del programa es la capacitación de empleados públicos. A través de talleres, cursos virtuales y formación continua, OpenAI trabaja junto a los gobiernos para desarrollar capacidades técnicas y éticas en los equipos estatales. El objetivo no es solo usar IA, sino comprenderla, evaluarla críticamente y aplicarla con responsabilidad.

 

Además, el programa contempla incentivos al sector privado para que adopte estándares similares de uso seguro y responsable de la IA. De esta manera, se promueve un ecosistema de innovación compartido, con marcos éticos y regulatorios coordinados entre lo público y lo privado.

 

 

 

Islandia: preservación del idioma y acceso ciudadano

Uno de los casos más emblemáticos es el de Islandia, que firmó un acuerdo con OpenAI para que su modelo de IA ayude a preservar el idioma islandés. A través del entrenamiento específico en el lenguaje local, los ciudadanos pueden interactuar con ChatGPT en su lengua materna. Además, se lo utiliza para facilitar el acceso a trámites gubernamentales y asesoría básica en línea.

 

Reino Unido: IA en la educación y la administración pública

El gobierno británico, en alianza con el Instituto Alan Turing, trabaja junto con OpenAI para implementar programas de formación en IA dirigidos a funcionarios y docentes. También se desarrollan pilotos para mejorar la eficiencia administrativa en áreas como atención ciudadana, redacción de informes públicos y automatización de procesos internos.

 

Estados Unidos: modernización de la administración federal

Diversas agencias federales exploran el uso de modelos GPT para asistencia legal, redacción de documentos y soporte interno, con protocolos estrictos de confidencialidad. Se incluye además la capacitación de empleados públicos en el manejo ético y técnico de la IA, y la colaboración con empresas tecnológicas para promover una adopción responsable en sectores estratégicos.

 

Singapur: planificación urbana y servicios ciudadanos

En Singapur, el gobierno utiliza IA para analizar datos masivos y asistir en la planificación de políticas públicas. A través del GPP, se capacita a funcionarios de distintas áreas para que comprendan los límites, usos y posibilidades de estas tecnologías. Además, se promueve la adopción en empresas del sector urbano y de servicios, en línea con los principios gubernamentales.

 

Peter Kyle, secretario de Tecnología de Reino Unido

 

¿Qué ofrece OpenAI a los gobiernos?

 

El programa incluye:

Acceso prioritario a modelos avanzados con fines públicos.

Capacitación técnica y ética para empleados públicos.

Asistencia en la formulación de políticas relacionadas con IA.

Auditoría de riesgos y soporte regulatorio.

Infraestructura segura para protección de datos.

Fomento a alianzas público-privadas para una IA segura e inclusiva.

 

Aunque aún no se han anunciado convenios oficiales en la región, se sabe que varios países y ciudades latinoamericanas han iniciado conversaciones con OpenAI para explorar estas oportunidades. El desafío pasa por adaptar la tecnología a los contextos locales, garantizar el acceso equitativo y definir marcos regulatorios que equilibren innovación y soberanía digital.