
El galardón, otorgado por la Fundación Williams, destaca a instituciones que lograron consolidar equipos de investigación sólidos, producción científica relevante y formación de recursos humanos de excelencia, incluso en contextos económicos adversos y de fuerte restricción presupuestaria.
Los institutos premiados pertenecen a distintas áreas del conocimiento —desde ciencias exactas y naturales hasta ciencias sociales y humanidades— y reflejan la diversidad, el alcance federal y la potencia del sistema científico argentino, con impacto tanto a nivel local como internacional.

Institutos de CONICET premiados en 2025:
Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME) – destacado por su aporte en biología y medicina.
Instituto de Física La Plata (IFLP) – con investigaciones avanzadas en física teórica y experimental.
Instituto de Investigaciones en Fisicoquímica de Córdoba (INFIQC) – referencia en fisicoquímica.
Instituto de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) – trabajo clave en ciencias ambientales.
Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA) – enfoque en biodiversidad y conservación.
Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA) – investigación en materiales.
Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE) – referente en astronomía y física.
Instituto Tecnológico de Chascomús (INTECH) – amplio espectro científico y tecnológico.
Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR) – investigaciones en biología molecular.
Fundación Instituto Leloir (FIL) – unidad premiada con fuertes aportes en bioquímica y biología celular.

Este reconocimiento no solo celebra la excelencia científica ya alcanzada, sino que también marca una señal de respaldo institucional ante los desafíos actuales del sistema científico argentino, como la escasez de financiamiento sostenido y la competencia global por talento e inversión.
El mismo cobra especial relevancia en un momento en el que el sistema científico enfrenta recortes, incertidumbre laboral y pérdida de capacidades estratégicas, lo que vuelve aún más significativo que el trabajo del CONICET continúe siendo validado por fundaciones independientes y prestigiosas.