INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Publicado 22/12/2025

Papá Noel versión argentina: cuando la IA se pone el gorro y toma mate

En la antesala de las fiestas, Inteligencia Argentina decidió hacer un experimento simple y revelador: pedirle a dos de las principales plataformas de inteligencia artificial generativa del mundo —Gemini y ChatGPT— que imaginaran un Papá Noel argentino.
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En la antesala de las fiestas, Inteligencia Argentina decidió hacer un experimento simple y revelador: pedirle a dos de las principales plataformas de inteligencia artificial generativa del mundo —Gemini y ChatGPT— que imaginaran un Papá Noel argentino.

El pedido fue idéntico para ambas herramientas y sin mayores vueltas: “Papá Noel argentino, que exprese la cultura argentina, que se lo vea feliz, debe ser hiperrealista y ubicado geográficamente en algún lugar del país”.

 

 

El resultado fue tan distinto como coincidente. Distinto en estilos, encuadres y climas. Coincidente en algo más profundo: una lectura bastante afinada de qué símbolos, paisajes y gestos construyen hoy una idea compartida de “argentinidad”, incluso para una inteligencia artificial entrenada con datos globales.

En ambas imágenes, Papá Noel aparece lejos de la nieve europea o los trineos clásicos del hemisferio norte. Acá hay bandera argentina, sonrisas amplias y una celebración colectiva.

En la imagen generada por Gemini, el Santa criollo avanza en un carro tirado por caballo, atravesando una ciudad donde se ven balcones, gente en la calle, bombos, guitarras y banderas celestes y blancas agitadas al paso del personaje.

En la otra, el clima es más patagónico: montañas, fuego encendido, asado en marcha, chorizos, pan, vino y un Papá Noel envuelto en la bandera nacional, mate en mano, celebrando al aire libre.

 

 

La felicidad es un punto en común clave. No hay un Papá Noel solemne ni distante. En ambos casos, se lo ve cómodo, integrado al entorno, casi como un anfitrión más. No reparte regalos desde la distancia: comparte. Celebra.

Se mezcla con la gente o con la mesa. La cultura aparece no como decoración, sino como acción cotidiana: el mate, el asado, la música, la calle, el paisaje.

Otro rasgo compartido es el anclaje geográfico explícito. Las imágenes no son genéricas ni abstractas. Remiten a lugares reconocibles del país, reforzando una idea central del prompt: Papá Noel no “podría” estar en Argentina, está en Argentina.

Y eso se nota en la luz, en los colores, en la ropa, en los objetos y hasta en la forma de celebrar.

 

 

El ejercicio, más allá de lo lúdico, deja una lectura interesante: cuando se le pide a la inteligencia artificial que piense en clave local, responde. Y lo hace combinando estereotipos culturales, imaginarios populares y datos visuales que circulan globalmente sobre el país.

El resultado no es perfecto ni definitivo, pero sí sorprendentemente cercano.

En tiempos donde la IA suele asociarse a automatización, eficiencia o debates regulatorios, este experimento navideño muestra otra cara: la de una tecnología capaz de reinterpretar identidades, tradiciones y climas culturales. Incluso —o sobre todo— en clave festiva.

Papá Noel, esta vez, no baja por la chimenea. Llega a caballo, con mate, asado y bandera argentina.