NUEVAS TECNOLOGÍAS

Publicado 18/12/2025

China ya repavimenta autopistas con máquinas autónomas y sin trabajadores en la vía

 China vuelve a marcar un hito en la automatización de la infraestructura vial. El país completó la repavimentación de una autopista de 158 kilómetros utilizando exclusivamente máquinas autónomas, sin presencia de trabajadores sobre la carretera y con todo el sistema operado de forma remota desde centros de control.
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China vuelve a marcar un hito en la automatización de la infraestructura vial. El país completó la repavimentación de una autopista de 158 kilómetros utilizando exclusivamente máquinas autónomas, sin presencia de trabajadores sobre la carretera y con todo el sistema operado de forma remota desde centros de control.

El proyecto es considerado uno de los usos más avanzados de Inteligencia Artificial (IA) y robótica aplicados a obras públicas a gran escala.

La obra combinó pavimentadoras autónomas, rodillos robóticos y drones no tripulados, todos coordinados mediante sistemas de posicionamiento satelital de alta precisión y software de control inteligente.

 

 

Mientras las máquinas terrestres se encargaban de la pavimentación y compactación del asfalto, los drones sobrevolaban la autopista escaneando en tiempo real la calidad del trabajo, detectando irregularidades y enviando datos inmediatos a los operadores remotos.

El sistema permitió alcanzar precisión milimétrica y una reducción significativa de tiempos y costos operativos.

 

 

De acuerdo con reconstrucciones técnicas publicadas por medios internacionales, ninguna de las tareas críticas requirió intervención humana directa en la ruta, lo que redujo riesgos laborales y permitió operar de forma continua.

La coordinación entre vehículos autónomos se apoyó en redes de comunicación dedicadas y sensores avanzados, capaces de sincronizar movimientos, velocidad y presión del asfalto en tiempo real.

Otro aspecto central fue el control de calidad automatizado. Los drones no solo documentaron la obra, sino que generaron modelos digitales del pavimento, permitiendo ajustes inmediatos durante la ejecución, algo que en obras tradicionales suele realizarse de forma manual y posterior.

 

 

Más allá del impacto técnico, el proyecto tiene lectura estratégica y política. El acceso a IA aplicada, robótica pesada y control autónomo de infraestructura crítica refuerza la posición de China en la carrera tecnológica global y abre un debate sobre el futuro del trabajo en la construcción, la seguridad laboral y la dependencia tecnológica de estos sistemas.

Analistas internacionales ya señalan este caso como un posible modelo exportable para grandes proyectos viales en otros países.

El experimento chino confirma que la IA dejó de ser un concepto experimental para convertirse en una herramienta operativa capaz de ejecutar obras de infraestructura real, a escala y con impacto económico concreto.