En la presentación del 20 de diciembre, Milei destacó el potencial de Argentina debido a su capital humano y sus condiciones geográficas favorables en la Patagonia, especialmente por sus bajas temperaturas, que podrían facilitar la instalación de servidores de inteligencia artificial.
El flamante responsable del Plan Nuclear Demian Reidel aseguró que el plan marca un "renacer de la energía nuclear" y subrayó que los reactores modulares pequeños (SMR) son una innovación clave debido a su flexibilidad, menores costos iniciales y la posibilidad de instalarse en ubicaciones más diversas. "Los reactores argentinos modulares pequeños representan un avance sustancial frente a los modelos tradicionales. Su diseño permite una mayor flexibilidad operativa, lo que significa que pueden adaptarse mejor a diferentes necesidades energéticas. Además, sus costos iniciales son significativamente menores, lo que facilita su financiamiento y redunda en una mayor posibilidad de expansión del sector", explicó Reidel. Según el funcionario, Argentina podría ser la primera nación en comercializar estos reactores a nivel mundial, comenzando con la construcción de un SMR en Atucha.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, respaldó el plan y aseguró que el organismo brindará su asesoramiento técnico y apoyo para su desarrollo. "Es un proyecto loable que merece el apoyo del OIEA. Argentina tiene una trayectoria de excelencia en el campo nuclear y cuenta con los conocimientos y capacidades necesarios para llevar adelante esta iniciativa", afirmó Grossi.
Por su parte, el físico Alfredo Caro, exdirector del Instituto Balseiro, advirtió a La Nación que la clave será definir si la industria argentina construirá los reactores o si será una empresa extranjera la que se beneficie. "El negocio de miles de millones de dólares está en exportar reactores, es decir, en que la industria del país que lo construye lo exporte. Argentina es sumamente atractiva en el sector nuclear porque tiene capacidades enormes. Pero hay que preguntarse si la industria argentina será la que construya el reactor o si, por el contrario, será fabricado en otro país, lo que representaría un golpe durísimo al futuro nuclear argentino", alertó Caro.
Además, planteó la necesidad de que Argentina busque un socio en lugar de inversores meramente financieros, para garantizar que la producción y el conocimiento queden en el país. "Lo que sería interesante para Argentina es que se busque un socio que aporte los fondos para quedarse con parte de NASA, compre la patente de INVAP y, junto con el recurso estatal, se pueda construir una empresa de riesgo compartido, similar a lo que representa YPF en el sector petrolero", agregó.
Julián Gadano, director de política nuclear de la Fundación Argentina Global y exsubsecretario de Energía Nuclear durante la presidencia de Mauricio Macri, señaló a Radio Con Vos que la idea es factible debido a la experiencia y los recursos del país en el sector nuclear. "No es una mala idea, ni es una idea que Argentina no pueda hacer. La ventaja del país es que ya tiene energía nuclear, tiene recursos humanos de muy buena calidad y una cadena de suministros razonable. Los componentes que necesitan los reactores se pueden fabricar aquí. Además, las zonas frías de nuestro territorio son ideales para los grandes data centers, lo que representa una ventaja adicional", aseguró Gadano.
Salvador Gil, director de la carrera de Ingeniería en Energía de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), destacó que el diseño modular de los reactores permitiría una reducción significativa de costos y tiempos de construcción. "El diseño modular permitiría que los reactores sean producidos en fábricas y transportados para su instalación, lo que reduciría significativamente los costos y los tiempos de construcción en comparación con los reactores tradicionales", explicó Gil. No obstante, advirtió que los SMR aún enfrentan desafíos, como un costo inicial mayor al de las energías renovables y una alta demanda de uranio altamente enriquecido (HALEU), que no se produce a gran escala en la actualidad. "El principal problema es que estos reactores requieren HALEU, un tipo de uranio que no se fabrica masivamente. Si no resolvemos el abastecimiento de este insumo, la viabilidad del proyecto podría verse comprometida", sostuvo Gil.
Finalmente, Julián Rojo, economista especializado en energía y director del Departamento Técnico del Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi, enfatizó que la energía nuclear es una fuente estable y continua, lo que la hace ideal para cubrir la creciente demanda de energía de la inteligencia artificial. "La energía nuclear tiene una ventaja clave sobre otras fuentes: es estable en el tiempo, es decir, genera las 24 horas sin intermitencia. En un mundo donde la demanda de electricidad está en constante crecimiento, especialmente por el avance de la inteligencia artificial y los centros de procesamiento de datos, contar con una fuente de energía confiable es fundamental", argumentó Rojo a Chequeado.com
El Plan Nuclear Argentino despierta tanto entusiasmo como interrogantes sobre su financiamiento, su impacto en la industria nacional y la viabilidad de atraer inversiones para su concreción. La discusión sigue abierta, con opiniones encontradas sobre los desafíos y oportunidades que representa este ambicioso proyecto.