Según la Autoridad de Tecnologías de la Información y la Comunicación (BTK), el bloqueo se ordenó tras múltiples denuncias y una revisión de contenidos generados por Grok, muchos de los cuales abordaban temas religiosos, políticos y sociales sensibles con expresiones polémicas.
Grok es el chatbot de inteligencia artificial que Musk lanzó como competencia de ChatGPT. A diferencia de otras IA, se integra directamente con X, usa información en tiempo real de la red social, y se caracteriza por un tono sarcástico e irreverente.
Esta personalidad, celebrada en países occidentales, fue vista como problemática en Turquía, donde hay fuertes restricciones sobre discurso público, religión y moral.
Turquía ha sancionado o restringido plataformas digitales en el pasado, amparándose en la Ley 5651 sobre publicaciones en internet, que exige filtrar contenidos que vulneren la moral, la religión o la seguridad del Estado.
Con esta decisión, Turquía se convierte en el primer país del mundo en prohibir una IA generativa por motivos éticos y culturales.
Esta medida representa un nuevo choque entre Elon Musk y los marcos regulatorios estatales. Musk ha defendido la libertad de expresión absoluta, pero ahora deberá decidir entre adaptar Grok o retirarlo del mercado.
X aún no emitió un comunicado oficial, pero se evalúa aplicar filtros geolocalizados para evitar conflictos legales en otros países.
La decisión de Turquía podría abrir un precedente internacional. Varios gobiernos, como India, Arabia Saudita, Irán y China, ya han manifestado inquietud ante estas tecnologías y podrían imitar el modelo turco si consideran que atentan contra sus valores culturales.