La iniciativa, presentada en junio de 2025 por el Ministerio de Cultura, busca enfrentar el auge de los deepfakes y otras formas de manipulación digital que imitan la apariencia, el lenguaje corporal o la voz de personas reales sin su consentimiento.
El proyecto establece que cualquier persona tiene derechos exclusivos sobre su rostro, voz y cuerpo, lo que convierte en una infracción legal la utilización no autorizada de estos elementos en producciones generadas por Inteligencia Artificial.
Esto incluye no solo imágenes o grabaciones de voz, sino también gestos, movimientos corporales y estilos de interpretación.
La ley contempla excepciones para usos paródicos, satíricos o educativos, con el objetivo de no afectar la libertad de expresión y creación artística.
Además, la propuesta prevé que las personas afectadas puedan: solicitar la eliminación inmediata de los contenidos no autorizados, reclamar una compensación económica por el uso indebido y responsabilizar a plataformas digitales que no actúen tras recibir denuncias formales.
Según informó The Guardian, la ley busca ampliar el concepto de propiedad intelectual al ámbito del cuerpo humano, algo inédito hasta el momento en Europa.
La normativa se enmarca dentro del Reglamento de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea, que obliga a las plataformas a actuar con rapidez ante contenidos ilegales.
Si no eliminan un deepfake tras ser notificados, podrían enfrentar multas severas, según explicó India Times.
No se penaliza a los usuarios individuales que compartan contenido sin saber que es ilegal, pero sí se exige a las empresas digitales actuar con diligencia.
El ministro de Cultura de Dinamarca afirmó que “nadie debería tener que ver su rostro o su voz utilizados sin permiso en un video falso creado con IA”.
Según reportó The Times, esta legislación no solo protegerá a figuras públicas, sino a cualquier persona común que pueda ser víctima de suplantación digital.
Además, Dinamarca planea promover una iniciativa similar en el resto de Europa cuando asuma la presidencia del Consejo de la UE en 2026, buscando crear un marco legal continental contra los abusos de la Inteligencia Artificial.
El texto de la ley será sometido a consulta pública durante el verano europeo de 2025 y podría aprobarse antes de fin de año.
Sería la primera legislación europea en consagrar derechos de autor sobre elementos personales como el rostro o la voz.
Dinamarca se posiciona a la vanguardia de la regulación de Inteligencia Artificial, con una ley que reconoce el derecho de cada persona a controlar su imagen, cuerpo y voz en entornos digitales.
Un paso clave en la defensa de la identidad personal frente al avance de las tecnologías generativas.