La batalla por el poder de cómputo que impulsa a la Inteligencia Artificial acaba de sumar un nuevo capítulo. AMD y OpenAI anunciaron una alianza estratégica destinada a proveer infraestructura de chips de IA a gran escala durante los próximos años, un movimiento que podría alterar el dominio casi absoluto que Nvidia mantiene en el sector.
Según confirmó Reuters, el acuerdo incluye una opción para que OpenAI adquiera hasta un 10 % del capital de AMD —equivalente a unas 160 millones de acciones—, siempre que se cumplan ciertos hitos de desempeño y producción. El contrato, de carácter plurianual, apunta a generar decenas de miles de millones de dólares en ingresospara AMD y a garantizarle a OpenAI un suministro estable de hardware en medio de una fuerte escasez global de GPUs.
El acuerdo en detalle
De acuerdo con The Verge, el pacto contempla el despliegue de 6 gigavatios de potencia de cómputo en los próximos años, con un primer tramo de 1 gigavatio operativo en la segunda mitad de 2026, basado en la serie MI450 de aceleradores de IA.
El convenio busca diversificar la infraestructura de OpenAI, actualmente dependiente en gran medida de Nvidia, y ofrecerle una alternativa de alto rendimiento para entrenar y escalar modelos de nueva generación.
“Este acuerdo no solo fortalece nuestra posición en el mercado de IA, sino que acelera la adopción de arquitecturas abiertas y eficientes”, habría señalado Lisa Su, CEO de AMD, en una comunicación interna citada por medios estadounidenses.
Desafiar al líder del mercado
Hoy, Nvidia controla más del 80 % del mercado mundial de chips de Inteligencia Artificial, con su arquitectura H100 y la próxima generación Blackwell. AMD, en cambio, ha logrado avances importantes con sus GPUs MI300 y MI450, diseñadas para cargas de trabajo masivas en entrenamiento e inferencia.
El nuevo acuerdo con OpenAI representa el primer gran contrato comercial que coloca a AMD en la misma liga de competencia directa, con el respaldo de uno de los mayores consumidores de cómputo del planeta.
Desde el punto de vista estratégico, la alianza también podría presionar a Microsoft y a otros socios de OpenAI a reconsiderar la infraestructura que utilizan para desplegar sus modelos, reduciendo la dependencia de Nvidia y promoviendo una mayor competencia en precios y suministro.
Un cambio de paradigma para la industria
El avance de AMD marca una señal clara: la era del monopolio de hardware para IA podría estar llegando a su fin. La combinación entre chips de nueva generación, acuerdos de producción diversificados y la urgencia global por asegurar recursos energéticos para el cómputo masivo abre un nuevo tablero geopolítico y económico.
El desafío técnico ahora será garantizar que las GPUs de AMD puedan igualar el rendimiento y la eficiencia energética que Nvidia ofrece en su ecosistema CUDA, un estándar de facto en el entrenamiento de modelos de IA a escala.
Aun así, el respaldo de OpenAI —que recientemente alcanzó una valoración de 500.000 millones de dólares— otorga legitimidad al salto tecnológico de AMD y consolida su posición como la principal alternativa viable en el mercado.