En un movimiento que podría marcar un antes y un después en la educación mundial, el gobierno chino anunció que desde septiembre de 2025, los estudiantes de entre 6 y 15 años comenzarán a recibir formación obligatoria en Inteligencia Artificial (IA). La medida, impulsada por el Ministerio de Educación, forma parte de una reforma educativa profunda que busca convertir a China en una “nación de educación fuerte” para el año 2035.
¿Cuántas horas de IA tendrán los estudiantes?
Según detalló el Ministerio de Educación chino a través de medios como Reuters, los contenidos de IA se integrarán en el plan de estudios desde la escuela primaria, con las siguientes cargas horarias mínimas:
• Primero a cuarto grado: al menos 6 horas anuales de formación en IA.
• Quinto y sexto grado y toda la secundaria básica: mínimo de 10 horas anuales.
• Primer y segundo año de secundaria superior: al menos 1 hora cada dos semanas.
• Promedio nacional estimado: no menos de 8 horas anuales en todo el país.
La enseñanza podrá impartirse como materia independiente o integrada en asignaturas como matemáticas, ciencia y tecnología.
Formación docente y nuevas herramientas en el aula
El plan contempla además la capacitación masiva de docentes en áreas como programación, robótica, pensamiento computacional y ética digital. El objetivo es desarrollar desde edades tempranas competencias clave como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad y la colaboración.
En escuelas piloto ya se utilizan herramientas avanzadas como sensores que monitorean la atención de los estudiantes, plataformas que evalúan el rendimiento en tiempo real y robots que colaboran con la enseñanza.
¿Qué implica esto para el resto del mundo?
Con esta decisión, China se posiciona como pionera en la integración sistemática de la IA en la educación pública.
Mientras otros países apenas comienzan a discutir cómo regular estas tecnologías, China ya está formando a su próxima generación de desarrolladores, científicos y ciudadanos digitalmente alfabetizados.
Este avance plantea interrogantes urgentes para los sistemas educativos del resto del mundo:
• ¿Estamos preparando a nuestros estudiantes para un futuro tecnológico?
• ¿Cómo garantizar un uso ético y humanista de la IA?
• ¿Qué lugar deben ocupar los saberes críticos frente al avance acelerado de la automatización?
La reforma educativa de China no solo marca el rumbo de su política interna, sino que instala un nuevo estándar global sobre cómo educar en la era de la Inteligencia Artificial.