A diferencia de otras grandes transferencias, los BTC no fueron enviados a exchanges, lo que sugiere que se trataría de una reorganización de fondos o cambio de custodia, más que de una intención de venta inmediata.
Este movimiento se suma a una tendencia más amplia: en los últimos meses, múltiples “carteras dormidas” de la era Satoshi —es decir, creadas entre 2009 y 2011— comenzaron a reactivarse. Según Tom’s Hardware, se transfirieron más de 80.000 BTC (unos u$s8.600 millones) desde billeteras similares en lo que va de 2025.
La magnitud es aún más impactante si se considera que muchos de esos bitcoins fueron adquiridos por menos de 1 dólar por unidad, lo que representa una apreciación de entre 1.3 y 4 millones por ciento.
Además, de acuerdo con MarketWatch, en el primer trimestre de 2025 se movieron 62.800 BTC con más de siete años de antigüedad, frente a solo 28.000 BTC en todo 2024. Esto refleja un repunte significativo de actividad en carteras históricas.
Pese al volumen transferido, el precio de Bitcoin se mantuvo relativamente estable, oscilando entre los u$s108.000 y u$s110.000, según TradingView. Esto indica una mayor madurez del ecosistema, que hoy cuenta con más liquidez, profundidad y presencia institucional.
Incluso con un retroceso leve, no se detectaron señales de venta masiva ni movimientos hacia exchanges centralizados. Además, como explica Gate.io News, la métrica on-chain conocida como liveliness —que mide la actividad de carteras antiguas— no muestra un cambio de comportamiento en las ballenas más antiguas: siguen acumulando o simplemente reubicando fondos.
Monitoreo on-chain: los analistas seguirán de cerca si los fondos llegan a exchanges. Si ocurre, podría generar presión bajista.
Canales OTC: de realizarse ventas, probablemente se hagan a través de mercados extrabursátiles (OTC) para evitar afectar el precio, según CriptoNoticias.
Soporte clave: el nivel de u$s108.000 es visto como un piso técnico relevante.
Flujo institucional: de acuerdo al análisis de Yellow.com, los ETFs spot en Estados Unidos ya absorbieron más de u$s9.900 millones en 2025, lo que da solidez estructural al mercado.
La reactivación de estas ballenas de la era Satoshi es una señal poderosa del momento que vive Bitcoin. Aunque por ahora no hay indicios de venta, el mercado toma nota y se mantiene en alerta ante posibles futuras liquidaciones.
La combinación de mayor institucionalización, tecnología para rastrear movimientos on-chain y actores maduros en el ecosistema, permite que incluso operaciones de esta magnitud ya no generen pánico inmediato. Sin embargo, la atención estará puesta esta semana en la trayectoria de estos fondos y en cómo el mercado reacciona si otros grandes holders siguen el mismo camino.