“Es ridículo fundar un tercer partido. Tenemos un éxito tremendo con el Partido Republicano… Los terceros nunca han funcionado. Así que puede divertirse, pero me parece ridículo”, declaró Trump este sábado ante la prensa, antes de abordar el Air Force One en Morristown, Nueva Jersey.
Elon Musk anunció su intención de lanzar un nuevo espacio político de centro liberal con énfasis en reforma fiscal, innovación tecnológica, libertad de expresión y desburocratización del Estado. El “America Party” surge como respuesta a lo que Musk denomina una “crisis sistémica del bipartidismo”.
Según fuentes cercanas al empresario, la propuesta busca captar a votantes desencantados tanto del trumpismo como del Partido Demócrata, con una fuerte impronta libertaria en temas económicos, pero progresista en cuestiones civiles como medioambiente y privacidad digital.
El rechazo de Trump al nuevo partido se inscribe en una escalada de tensiones que se intensificó en los últimos meses:
Musk calificó el plan fiscal de Trump como una “abominación” y advirtió que, de ser aprobado, podría cerrar sus operaciones en EE. UU..
Trump respondió amenazando con revisar los subsidios federales que reciben las empresas de Musk y deslizó la posibilidad de analizar su estatus migratorio.
Musk, por su parte, sugirió que podría intervenir en las primarias republicanas de 2026, presentando candidatos del America Party para disputar espacios legislativos clave.
El anuncio del America Party generó incomodidad dentro del bloque conservador. Varios legisladores republicanos —especialmente del ala más dura— salieron a respaldar a Trump y calificaron las acciones de Musk como “infantiles” y “desestabilizadoras”.
Aunque algunos sectores libertarios se muestran afines al discurso de Musk, la mayoría del establishment ve con preocupación la posibilidad de una fuga de votos que termine beneficiando al Partido Demócrata en las elecciones generales de 2026.
El enfrentamiento entre Trump y Musk expone una fractura profunda en el electorado conservador y reabre el debate sobre la viabilidad de una tercera fuerza política en EE. UU..
Mientras Trump refuerza el discurso del bipartidismo como pilar de estabilidad, Musk apuesta por una nueva plataforma antisistema, pro-tecnología y con discurso libertario, que podría seducir a millones de votantes independientes y jóvenes.
La etiqueta de “ridículo”, usada por Trump, no es casual: forma parte de una estrategia de deslegitimación políticapara frenar la expansión de Musk en el terreno electoral.