En esta nota, te explicamos cuál es la diferencia entre blockchain, cripto y Web3 de manera sencilla y con ejemplos cercanos a la realidad argentina.
El blockchain (o cadena de bloques) es una tecnología que permite almacenar información de forma segura, descentralizada y transparente.
Es como un libro de actas público que se guarda en muchas computadoras al mismo tiempo (llamadas nodos), y donde cada nuevo bloque de información queda registrado y sellado sin posibilidad de ser modificado.
En vez de que un banco, una empresa o un gobierno central controle los datos, lo hace una red distribuida. Esto es clave para entender todo lo que vino después.
Ejemplos de uso:
Registros de transferencias de criptomonedas.
Certificados digitales (como diplomas o contratos inteligentes).
Trazabilidad en cadenas de suministro (como la carne o el vino argentino exportado).
Podés ver una explicación más técnica en la web de IBM.
Las criptomonedas son activos digitales que usan tecnología blockchain para registrar y validar cada transacción. A diferencia del peso o el dólar, no son emitidas por un banco central. En cambio, se generan a través de un proceso llamado minado o validación, según el tipo de red.
La más conocida es Bitcoin, pero también existen otras como Ethereum, USDT (una stablecoin) o DAI (muy usada en Argentina para dolarizar sin pasar por el sistema bancario).
En nuestro país, el uso de criptomonedas creció especialmente en contextos de inflación, cepo cambiario y desconfianza en el sistema financiero tradicional. Según Chainalysis, Argentina está entre los 15 países con mayor adopción cripto del mundo.
Pero ojo: no toda cripto es descentralizada ni segura. También hay estafas y burbujas, como ocurrió con varias monedas meme en 2021 y 2022.
La Web3 es una nueva visión de Internet basada en la descentralización. En lugar de que plataformas como Google, Facebook o Amazon controlen los datos, la idea es que las aplicaciones estén construidas sobre blockchains públicas, con participación de los usuarios en la toma de decisiones y los beneficios.
La Web3 incluye:
Aplicaciones descentralizadas (dApps).
Organizaciones autónomas descentralizadas (DAO).
Identidad digital autosoberana.
NFTs con usos reales (entradas, propiedad intelectual, etc).
A diferencia de la Web2 (redes sociales, apps en la nube, servicios centralizados), la Web3 busca que vos tengas control sobre tus datos, tu identidad y tu billetera digital.
Un buen resumen de esta transición lo podés leer en este análisis de Harvard Business Review.
Blockchain es la tecnología base.
Cripto es una de sus aplicaciones más populares.
Web3 es una visión más amplia que incluye a blockchain, cripto y otras formas de descentralización.
Sin blockchain, no habría cripto. Y sin cripto, la Web3 no tendría cómo mover valor o recompensar a los usuarios por su participación.
En el país hay miles de usuarios de cripto, decenas de startups Web3 y hasta cooperativas que están experimentando con DAOs. Empresas como Belo, Lemon y Buenbit ofrecen billeteras y servicios financieros en cripto adaptados al contexto argentino.
También existen iniciativas educativas como Web3 en Español y hackatones organizados por la Universidad de San Andrés o el ITBA para formar a nuevos desarrolladores en este ecosistema.
El desafío, como siempre, será evitar la concentración de poder y garantizar que esta nueva web no repita los errores de la anterior.