¿Qué es el National Security Index (NSI)?
El NSI es un índice y fondo cotizado (ETF, ticker: NSI) diseñado para que los inversores estadounidenses puedan invertir en mercados emergentes sin comprometer la seguridad nacional ni los derechos humanos.
Este fondo aplica un riguroso proceso de gobernanza (National Security Governance - NSG) que elimina del universo invertible empresas que se identifiquen como:
Sujetos a sanciones del gobierno de EE.UU.
Contratistas de defensa en países de interés.
Proveedores de tecnología militar sensible.
Participantes en operaciones de influencia estatal contra EE.UU. o sus aliados.
Amenazas estratégicas.
Riesgos en ciberseguridad o espionaje.
Violadores de derechos humanos.
Operadores en zonas marítimas disputadas (Mar de China Meridional/Este).
El NSI utiliza herramientas de inteligencia de código abierto y estándares analíticos de comunidades de inteligencia, y actualiza su composición semestralmente.
Por qué surge en este momento
Con el reciente despliegue militar de China, exhibiendo su tríada nuclear completa y desarrollos autónomos más sofisticados, la comunidad global reacciona ante el fortalecimiento de una potencia militar tecnológicamente avanzada.
En paralelo, Estados Unidos ha intensificado las restricciones a las inversiones que puedan fortalecer capacidades militares en potencias rivales. Desde la Administración Trump hasta la de Biden, se han implementado políticas como la Executive Order 13959 (2020) y su expansión en 2021 (EO 14032), que prohíben inversiones estadounidenses en ciertas empresas del sector militar chino.
Impacto y alcance
Alternativa ética en la inversión: Inversores preocupados por la seguridad nacional o los derechos humanos ya disponen de una opción estructurada y transparente.
Desvinculación gradual del capital global con actores militares autoritarios: NSI representa una herramienta de desvinculación económica estratégica.
Presión política y regulatoria: Iniciativas como NSI refuerzan las tensiones geopolíticas y podrían impulsar mayores controles regulatorios.
En un escenario donde EE.UU. y China enfrentan tensiones crecientes, el National Security Index se destaca como una respuesta estructurada e innovadora. Al combinar finanzas e inteligencia estratégica, el NSI permite invertir en mercados emergentes sin sacrificar valores democráticos ni la seguridad colectiva.