Durante su presencia en AI Latam Buenos Aires, Scaliter describió un cambio de paradigma que desplaza el foco tradicional puesto en los modelos de IA. Para Google, la verdadera revolución no vendrá solo de modelos más grandes, sino de la adopción masiva de agentes de IA: sistemas autónomos que entienden lenguaje natural, interpretan objetivos complejos y ejecutan tareas de principio a fin.
Estos agentes no funcionan como chatbots tradicionales ni dependen de guiones: pueden activar aplicaciones, coordinar procesos, responder a eventos en tiempo real y adaptarse al contexto del usuario.
El cambio, según Scaliter, será tan profundo como el salto que supuso la computación en la nube o los smartphones.

Qué pueden hacer los agentes de IA
Según explicó Scaliter en la nota de La Nación , estos sistemas permiten:
Comprender intenciones y no solo instrucciones literales.
Ejecutar flujos completos, como organizar reuniones, enviar documentos o resolver un trámite.
Integrarse a múltiples aplicaciones sin intervención humana.
Optimizar procesos internos en empresas, desde logística hasta servicio al cliente.
Automatizar tareas repetitivas de forma segura y auditable.
La diferencia central es que estos agentes ya no se limitan a sugerir: actúan, conectándose con calendarios, sistemas corporativos, plataformas de pago, CRMs o aplicaciones de colaboración.

Empresas: alta expectativa, baja madurez
Scaliter citó datos que muestran el estado real de adopción:
El 96% de las empresas planea invertir más en IA durante los próximos tres años.
Sin embargo, solo 24% tiene una estrategia concreta y organizada.
Y apenas 1% alcanzó un nivel de madurez real en la integración de IA a sus procesos.
Esto implica que la mayoría de las compañías usa IA como herramientas aisladas, sin un plan que permita escalar su impacto. Para Google, la adopción de agentes de IA puede ser la pieza clave para transformar ese uso fragmentado en una estrategia central.
Impacto en ciencia, salud y servicios públicos
La ejecutiva argentina también destacó avances concretos impulsados por agentes de IA en distintos campos:
Salud: modelos que anticipan enfermedades o analizan proteínas a velocidad inédita.
Ciencia: herramientas que permiten acelerar investigaciones sobre autismo, cáncer o estructuras biológicas complejas.
Gestión de emergencias: sistemas predictivos que monitorean incendios forestales o fenómenos climáticos.
Comunicación global: traducción simultánea que permite reuniones fluidas entre personas que no comparten idioma.
La clave es la integración: los agentes pueden observar un contexto, interpretarlo y ejecutar acciones, no simplemente responder preguntas.

Qué significa para Argentina
El país puede beneficiarse especialmente si acelera la adopción:
Las empresas pueden obtener mejoras significativas incluso sin grandes presupuestos.
Sectores críticos como salud, educación, agro, logística y administración pública podrían multiplicar eficiencia operativa.
La IA aplicada a trámites, atención ciudadana y gestión de datos podría reducir tiempos y costos.
La tecnología abriría oportunidades para profesionales especializados en diseño, auditoría y supervisión de agentes de IA.
Scaliter enfatizó que la región tiene una oportunidad concreta si pasa del uso individual (profesionales aislados probando herramientas) a la adopción estratégica organizacional.

Para Scaliter, el futuro inmediato de la Inteligencia Artificial está en los agentes capaces de actuar, interpretar y ejecutar tareas de forma autónoma, superando el modelo tradicional de consultas y respuestas. La transformación recién empieza y su impacto económico, científico y social será profundo.
La revolución ya no es un modelo más grande. Es una IA que trabaja por vos.