La Patagonia se prepara para el futuro digital: qué provincia podría recibir el centro de datos de OpenAI
OpenAI evalúa expandir su infraestructura global y la Patagonia argentina aparece en el radar. El interés no es casual: clima frío, energía renovable, baja densidad urbana y estabilidad geológica son factores ideales para un centro de datos de alta capacidad.
¿Cuál de las provincias patagónicas tiene más posibilidades de recibir una inversión de esta magnitud?
Neuquén: músculo inversor y energía firme
Neuquén es, sin dudas, la provincia con mayor experiencia en proyectos industriales de escala global.
El desarrollo de Vaca Muerta generó una red logística y técnica que podría ser clave para una obra como la de un centro de datos: infraestructura eléctrica de alta tensión, empresas de ingeniería, contratistas y un ecosistema administrativo acostumbrado a inversiones millonarias.
Además, Neuquén forma parte del sistema Comahue, uno de los polos eléctricos más potentes del país, alimentado por fuentes hidroeléctricas y gas natural.
La contracara es su alta dependencia fósil, lo que obligaría a OpenAI a compensar su consumo con PPAs renovables (Power Purchase Agreements), contratos de energía verde que garantizan electricidad proveniente de fuentes limpias.
En talento, la Universidad Nacional del Comahue y la UTN aportan ingenieros, técnicos y programadores.
En otras palabras, Neuquén tiene el músculo y el know-how.
Río Negro: conectividad estratégica y equilibrio natural
Río Negro cumple un rol estratégico: conecta el norte con el sur de la Patagonia a través del corredor eléctrico de 500 kV que une Choele Choel con Puerto Madryn, y posee una sólida red de fibra óptica (REFEFO) en sus ejes andino y atlántico.
Bariloche, con su clima fresco y su ecosistema de innovación (INVAP, Instituto Balseiro), suma capacidad tecnológica. Sin embargo, la provincia tiene menor densidad de parques eólicos que sus vecinas del sur.
Su ventaja radica en el equilibrio ambiental y de infraestructura, y en la posibilidad de ser un nodo intermedio de conectividad y energía para una red de centros regionales.
Chubut: el corazón eólico de la Patagonia
Si se trata de energía limpia, Chubut tiene un liderazgo indiscutible.
La provincia concentra buena parte de la capacidad eólica instalada de la Argentina: parques como Rawson, Puerto Madryn I y Del Bicentenario aportan cientos de megavatios de potencia.
Además, cuenta con la Estación Transformadora de Puerto Madryn (500 kV), una infraestructura clave para proyectos de alta demanda eléctrica.
Un antecedente contundente: ALUAR, la planta de aluminio más grande del país, opera en Puerto Madryn desde hace décadas con su propia central eléctrica de 585 MW, demostrando que el sistema local puede abastecer industrias de consumo intensivo.
En conectividad, la red de ARSAT y el backbone REFEFO pasan por la zona, lo que permitiría conexiones redundantes.
El clima costero fresco y ventoso reduce el uso de sistemas de refrigeración, bajando el PUE (Power Usage Effectiveness), un indicador global que mide la eficiencia energética de los data centers.
Por densidad industrial, energía limpia y experiencia operativa, Chubut emerge como el candidato más completo para recibir el centro de datos de OpenAI.
Santa Cruz: viento inagotable, pero fibra escasa
Santa Cruz es la tierra del viento perpetuo. Su potencial eólico es de los mejores del planeta, con velocidades promedio que superan los 9 m/s.
Además, en los últimos años se reforzó su red de transmisión eléctrica de 500 kV entre Pico Truncado y Río Gallegos, mejorando la capacidad para proyectos energéticos de gran escala.
Su principal desafío está en la conectividad digital. Aunque la red de fibra óptica nacional llega a la provincia, las rutas redundantes son limitadas y requerirían inversiones adicionales para garantizar disponibilidad 24x7, algo indispensable para una operación global como la de OpenAI.
Aun así, su clima frío y disponibilidad de terreno la colocan como una opción sólida a mediano plazo.
Tierra del Fuego: frío extremo y beneficios fiscales
La provincia más austral del país también entra en la competencia.
Tierra del Fuego ofrece un clima frío ideal para el enfriamiento natural de servidores y cuenta con el régimen fiscal 19.640, recientemente actualizado, que otorga beneficios impositivos y aduaneros a inversiones tecnológicas y manufactureras.
Además, en 2024 se inauguró un cable submarino de 110 km que cruza el Estrecho de Magallanes, mejorando la conectividad con el continente y con redes internacionales.
Su punto débil es la limitada capacidad de generación eléctrica y los altos costos logísticos asociados a su insularidad.
Por eso, más que un centro principal, Tierra del Fuego podría funcionar como un data center de edge computing, instalaciones periféricas que reducen la latencia y procesan datos localmente.
La ecuación patagónica
El mapa energético y tecnológico del sur argentino ofrece una ecuación atractiva:
• Energía limpia y abundante, especialmente eólica e hidroeléctrica.
• Temperaturas frías que reducen costos de refrigeración.
• Baja densidad urbana, ideal para seguridad y expansión.
• Talento técnico en crecimiento, vinculado a universidades nacionales y polos industriales.
Los desafíos pasan por la conectividad redundante, la estabilidad macroeconómica y la planificación regulatoriapara inversiones de largo plazo.
Chubut al frente, Neuquén como aliado
En la comparación regional, Chubut lidera por su combinación de energía renovable, red eléctrica robusta y experiencia industrial.
Neuquén, con su músculo logístico y administrativo, aparece como el socio natural para el respaldo energético y operativo.
Santa Cruz aporta viento y espacio, y Tierra del Fuego, un régimen fiscal único para operaciones complementarias.
