El estudio estima que la IA tiene el potencial de crear entre US$13 y US$16 billones en valor de mercado a largo plazo, lo que equivale a un incremento del 24 al 29% sobre la capitalización actual del S&P 500. Este impulso estaría impulsado por reducción de costos y aumento de la productividad.
Sectores como Distribución de Bienes de Consumo, Gestión Inmobiliaria y Transporte podrían ver ahorros superiores al 100% de sus ganancias proyectadas para 2026, mientras que Hardware tecnológico y Semiconductores mostrarían impactos más moderados.
El informe distingue entre dos tipos de IA:
IA agéntica: software autónomo que toma decisiones sin intervención humana directa.
IA embebida: sistemas físicos como robots humanoides.
La IA agéntica tendría un impacto más amplio en los puestos de trabajo, favoreciendo la complementación de tareas humanas más que su reemplazo.
El 90% de las ocupaciones podrían verse afectadas por la automatización y mejora de procesos mediante IA. Aunque esto plantea desafíos laborales, también abre oportunidades para redefinir roles y capacitar en nuevas habilidades.