Una de las funciones más populares de la IA en la moda es su capacidad de ofrecer recomendaciones personalizadas. Los algoritmos analizan tus compras previas, búsquedas, artículos guardados e incluso tu actividad en redes sociales para definir tus preferencias en estilo, tallas, colores y marcas. Ejemplos destacados:
Stitch Fix: funciona mediante suscripción. Completás un cuestionario de estilo y un estilista, apoyado por IA, selecciona prendas que te llegan directo a casa.
ASOS: ofrece recomendaciones basadas en tu historial de navegación. Su herramienta Style Match permite subir una foto y encontrar artículos similares.
ShopStyle: agrega productos de miles de tiendas y personaliza tu feed según tus interacciones.
¿Inseguro sobre cómo te quedará una prenda? La IA elimina esa incertidumbre con probadores virtuales:
Zeekit: permite visualizar cómo lucen las prendas en distintos tipos de cuerpo mediante modelos digitales.
Snapchat y otras apps integran filtros de realidad aumentada (RA) que te permiten “probarte” ropa y accesorios desde el celular.
Sizely: compara tus medidas con las de la prenda para ayudarte a elegir la talla adecuada usando IA.
La IA también ofrece herramientas que actúan como verdaderos consejeros de moda personales:
Cladwell: analiza tu guardarropa y te sugiere combinaciones inteligentes. Además, detecta lo que te falta y lo recomienda.
Google Lens: sacás una foto de una prenda y encontrás similares en línea.
Amazon Style: en sus tiendas físicas, Amazon usa IA para recomendar prendas según lo que probaste.
La IA está cada vez más integrada al retail, permitiendo experiencias de compra más personalizadas y eficientes. En un futuro cercano, podrías incluso recibir ropa diseñada a medida, basada en tus gustos y medidas corporales. Si bien el contacto físico con las prendas sigue siendo valioso, la IA ofrece velocidad, precisión y conveniencia, transformando cómo descubrimos y compramos moda.