No se trata solo de formar programadores. La IA y la ciencia de la computación desarrollan habilidades esencialescomo el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad. Según un informe del World Economic Forum (2024), el 85% de los empleos que existirán en 2030 aún no se han creado, y muchos estarán relacionados con la tecnología y la automatización.
La falta de estas materias los pone en desventaja competitiva frente a sus pares internacionales. Un estudio de la OCDE Education at a Glance (2023) muestra que los países que han integrado la IA en la educación presentan una mejora del 25% en competencias de resolución de problemas y pensamiento crítico, comparado con aquellos que no lo han hecho.
Con programas como CS for All, Estados Unidos busca que la ciencia de la computación sea accesible para todos los estudiantes. Según Code.org (2023), el 51% de las escuelas secundarias ya ofrecen cursos de ciencias de la computación, un aumento respecto al 35% en 2018.
China ha implementado programación, robótica y aprendizaje automático desde la primaria. Según el China AI Development Report (2024), más del 80% de las escuelas urbanas ofrecen cursos de IA, con planes de expansión al 100% para 2027.
Sí. Estonia es un referente. Desde 2012, los niños aprenden programación desde los siete años. Según el European Commission Digital Economy and Society Index (2023), Estonia lidera en habilidades digitales entre jóvenes de 15 a 19 años.
Con la Base Nacional Común Curricular (BNCC), Brasil integra la cultura digital en su sistema educativo. Según un estudio de la Fundação Lemann (2023), el 65% de los estudiantes brasileños de secundaria han tenido al menos un curso de programación.
Uruguay es pionero con el Plan Ceibal, que proporciona una computadora portátil por estudiante y acceso a clases de programación y robótica. En 2024, el 90% de los estudiantes de primaria participaron en actividades de robótica educativa.
Desarrollo curricular: Incluir la IA y la ciencia de la computación de forma transversal en todos los niveles.
Formación docente: Capacitar educadores. Según UNESCO (2023), la formación tecnológica docente es clave para cualquier reforma educativa.
Infraestructura tecnológica: Invertir en conectividad, equipamiento y laboratorios.
Equidad e inclusión: Garantizar que todos los estudiantes accedan a estas oportunidades, sin importar su contexto.
Cada día que postergamos esta discusión, la brecha entre Argentina y el mundo se amplía
La incorporación de la IA y la ciencia de la computación en la educación no es una moda: es una necesidad urgente para garantizar un futuro brillante para las próximas generaciones.