INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Publicado 20/12/2025

La energía, el nuevo negocio clave detrás del boom de los data centers y el rol de Argentina

La energía eléctrica, y en particular  las compañías de servicios públicos, aparece como el nuevo eslabón crítico del boom de los data centers y de la Inteligencia Artificial, según un análisis de Reuters Breakingviews.
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La energía eléctrica, y en particular  las compañías de servicios públicos, aparece como el nuevo eslabón crítico del boom de los data centers y de la Inteligencia Artificial, según un análisis de Reuters Breakingviews.

El punto de inflexión es claro: sin energía abundante, confiable y a precios competitivos, la expansión de la infraestructura que sostiene a la IA simplemente no es viable. Por eso, fondos de private equity y grandes gestores de activos comenzaron a mirar con otros ojos a las utilities, históricamente vistas como “aburridas”, pero ahora estratégicas.

 

El análisis de Reuters pone como ejemplo la oferta de BlackRock por AES, una operación que refleja un cambio estructural en la lógica de inversión global. El crecimiento explosivo de los centros de datos está transformando a las redes eléctricas en infraestructura tan crítica como las telecomunicaciones o el transporte. Estimaciones citadas por Reuters indican que el consumo energético de los data centers crecerá a tasas de dos dígitos anuales durante la próxima década. En algunos mercados desarrollados, estas instalaciones ya representan un porcentaje significativo de la demanda total de electricidad, obligando a acelerar inversiones en generación, transmisión y almacenamiento.

 

 

Para los fondos, la ecuación es tentadora: ingresos previsibles, contratos de largo plazo y una demanda estructuralmente creciente, impulsada por la IA, el cloud y la digitalización de la economía.

 

La oportunidad para Argentina

Este giro global abre una pregunta clave para Argentina: ¿está el país en condiciones de capturar parte de esta nueva ola de inversiones? La respuesta no depende solo de ventajas naturales como recursos energéticos o clima favorable para data centers sino, sobre todo, del marco regulatorio y la previsibilidad institucional.

 

Argentina cuenta con activos relevantes: capacidad de generación eléctrica diversificada, potencial en energías renovables y nodos estratégicos en regiones con disponibilidad de suelo y conectividad. Sin embargo, el cuello de botella sigue siendo el mismo que observan los inversores internacionales: reglas de juego estables, tarifas claras, seguridad jurídica y capacidad de repago.

 

En este contexto, el debate sobre tarifas, subsidios, contratos de abastecimiento (PPAs) y rol del Estado se vuelve central. El análisis de Reuters advierte que el ingreso masivo de capital privado en utilities suele generar tensiones políticas, especialmente cuando las inversiones requieren ajustes tarifarios o cambios regulatorios profundos.

 

Para países como Argentina, la expansión de los data centers puede ser una palanca de desarrollo económico, empleo calificado y exportación de servicios basados en conocimiento. Pero eso exige una estrategia energética alineada con la economía digital, algo que hoy todavía aparece fragmentado entre distintos niveles del Estado.

 

La carrera por la IA no se gana solo con talento, software o chips. Se gana en el terreno de la infraestructura dura y la energía está en el centro de esa disputa. Mientras los grandes fondos globales redescubren a las utilities como activos estratégicos, países emergentes tienen una ventana de oportunidad. Aprovecharla dependerá menos del entusiasmo por la IA y más de la capacidad de diseñar marcos regulatorios modernos, previsibles y competitivos.