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INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Publicado 13/11/2025

El radar de la CNCF marca el nuevo mapa del ecosistema de inteligencia artificial cloud-native

El nuevo informe “Technology Landscape Radar Q4 2025” de la Cloud Native Computing Foundation (CNCF) y SlashData se consolida como una brújula global para entender la evolución de la infraestructura y las herramientas que sostienen la inteligencia artificial moderna. La tendencia es clara: la IA ya no se piensa como producto, sino como servicio nativo de la nube.
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El nuevo informe “Technology Landscape Radar Q4 2025” de la Cloud Native Computing Foundation (CNCF) y SlashData se consolida como una brújula global para entender la evolución de la infraestructura y las herramientas que sostienen la inteligencia artificial moderna. La tendencia es clara: la IA ya no se piensa como producto, sino como servicio nativo de la nube.

Desde que Kubernetes redefinió la forma de desplegar software en la nube, la CNCF se convirtió en una especie de “foro mundial” de estándares tecnológicos abiertos. Ahora, con la irrupción de la inteligencia artificial generativay los modelos de lenguaje de gran escala, ese ecosistema vuelve a ser protagonista.

 

El Radar 2025 identifica tres ejes de expansión acelerada:

 

  1. Orquestación de modelos: herramientas que permiten gestionar múltiples modelos de IA en paralelo, priorizando eficiencia y costos.

  2. Plataformas de IA basada en agentes: entornos que integran modelos, APIs y datos en flujos de decisión autónomos.

  3. Inferencia optimizada en la nube: frameworks diseñados para ejecutar modelos más rápido y con menos consumo energético.

 

 

La CNCF subraya un fenómeno sociotecnológico: la convergencia entre MLOps y DevOps tradicionales. Esto implica que los equipos de desarrollo comienzan a trabajar con IA como parte estructural del software, no como un complemento.

 

Proyección regional:

Para América Latina, el mensaje es doble. Por un lado, muestra el atraso en adopción de estándares cloud-native en los sectores público y educativo. Pero, por otro, abre una ventana: las arquitecturas abiertas permiten construir capacidades locales sin depender de proveedores cerrados.

La pregunta de fondo no es si usar IA, sino dónde y bajo qué soberanía se ejecuta esa IA.