La FIFA y las federaciones sede vienen trabajando desde 2023 en un ecosistema digital que combina IA, sensorización e infraestructura en la nube para controlar prácticamente todos los aspectos del torneo: rendimiento de los jugadores, operación de estadios, seguridad y hasta la experiencia del espectador.
Los 16 estadios contarán con su propio gemelo digital, una réplica virtual en tiempo real que permitirá monitorear consumo energético, flujo de hinchas, humedad del césped y funcionamiento de sistemas eléctricos. Los organizadores calculan que esta herramienta reducirá hasta un 25% los costos operativos y anticipará incidentes antes de que ocurran.

IA en el arbitraje: decisiones más rápidas y transparentes
El sistema SAOT (Semi-Automated Offside Technology), que debutó en Qatar 2022, se actualizará con una versión “2.0” basada en inteligencia artificial. Entre las mejoras se destacan cámaras volumétricas de alta velocidad, que capturan 500 cuadros por segundo, algoritmos de detección de contacto, reconstrucción 3D instantánea de las jugadas y paneles táctiles que acortan la revisión en cabina.
La FIFA evalúa sumar un nuevo componente: clips explicativos generados por IA para que público y televidentes comprendan las decisiones en tiempo real.
El Mundial 2026 aspira a ser el evento deportivo más conectado de la historia. En los estadios se desplegarán redes 5G mmWave, Wi-Fi 7 y respaldo satelital provisto por Starlink, OneWeb y Amazon LEO.
La meta es que cada fanático pueda transmitir video en vivo sin congestión y que las cadenas de TV puedan producir en 8K vía IP, sin camiones móviles. Además, los estadios integrarán redes privadas 5G para servicios críticos: cámaras de seguridad, pagos digitales y monitoreo médico en tiempo real.

Hinchas aumentados: asistentes, traducción y realidad extendida
La experiencia del público también se redefine. Las aplicaciones oficiales ofrecerán: realidad aumentada (AR) para visualizar estadísticas; traducción simultánea en más de 30 idiomas; asistentes de IA personalizados para movilidad, comida, accesos y merchandising; y mapas dinámicos de seguridad y transporte, impulsados por modelos predictivos.
Por primera vez, la FIFA introducirá avatares generativos oficiales que interactuarán con los hinchas y medios.
La seguridad será gestionada por un sistema regional integrado con biometría, reconocimiento de comportamiento y análisis de multitudes.
Los tres países sede compartirán información en tiempo real entre agencias locales y federales para predecir riesgos.
Los algoritmos, desarrollados junto a IBM y Palantir, procesarán patrones de movilidad, clima, concentración y estado emocional de los asistentes.

Tecnología dentro del campo: sensores, wearables y analítica avanzada
Los futbolistas estarán equipados con sensores en indumentaria y pelotas inteligentes con chips UWB que registrarán cada toque, velocidad, presión y ángulo de golpeo. Los equipos técnicos podrán acceder a modelos de IAque analizan en vivo la fatiga muscular, la hidratación, el riesgo de lesión y las zonas de presión y posesión.
Detrás de escena, IBM, Google y Stats Perform desarrollan la plataforma que unificará todos estos datos.
El salto audiovisual será enorme: transmisiones en 8K, cámaras volumétricas 360°, repeticiones “holográficas”, y narraciones personalizadas generadas por IA que se adaptan al idioma y país del espectador.
Los usuarios podrán incluso controlar el ángulo de cámara desde el celular o ingresar al campo virtualmente.
Los organizadores buscan reducir la huella ambiental. Los estadios norteamericanos incluirán micro-redes solares, baterías inteligentes y sistemas de monitoreo en la nube.

México implementará modelos de compensación de carbono, y Canadá desarrollará un sistema de medición de emisiones en vivo.
Todo el ticketing será 100% digital y basado en blockchain, con smart contracts que verifican identidad y previenen reventa fraudulenta. La FIFA lanzará también NFTs coleccionables dinámicos, que evolucionan según resultados o momentos del torneo.
Lo que se ensaye en Estados Unidos, México y Canadá será la base del Mundial 2030, donde la FIFA planea una competencia completamente digital, con estadios autosustentables, arbitraje asistido por IA y cobertura inmersiva global.
Más que un torneo, será una demostración mundial del poder de la tecnología aplicada al deporte.